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lunes 16 de mayo de 2022
MITMA responde: ¿Cuáles son las limitaciones para incorporar vehículos eléctricos en última milla?
En contacto con Portal Movilidad España, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana detalla cuál es la estrategia que están empleando para conseguir un reparto de última milla de cero emisiones. Aquí el detalle.
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La reconversión de las ciudades hacia entornos más respetuosos con la calidad de vida y del medio ambiente del ciudadano han hecho sin duda avanzar de una manera significativa a la distribución urbana de mercancías hacia la sostenibilidad. 

Pese a que se han dado pasos importantes, todavía siguen viéndose obstáculos que deben enfrentarse para conseguir esta meta.

Por ello, desde Portal Movilidad España se pone en contacto con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para conocer cuáles son los principales desafíos en este sentido.

“Existen un número considerable de barreras para la descarbonización de la distribución urbana de mercancías”, alertan.

A lo que agregan: “Se pueden destacar la dificultad en cuanto al poder de financiación e inversión de las empresas para la renovación de la flota y adquisición de vehículos nuevos con energías alternativas bajas en carbono, pero también el impulso necesario en infraestructura de recarga que acompañen esos esfuerzos”.

Asimismo, notan que en determinados segmentos de vehículos no existe aún la tecnología disponible para garantizar un funcionamiento adecuado en cuanto a la logística de las empresas de distribución.

A su vez, destacan dificultades en cuanto a la dificultad de recopilar y compartir datos entre los distintos actores con el objetivo de mejorar las operaciones y la logística de las empresas.

Teniendo en cuenta este contexto destacan el hecho que hasta el momento “se han llevado a cabo importantes cambios en la planificación de las ciudades que han impulsado la descarbonización de la distribución urbana de mercancías”.

Todo esto tuvo que ver con  las modificaciones de las zonas de carga y descarga, establecimiento de horarios para su uso e incluso restricciones de acceso a determinados vehículos en los ámbitos urbanos.

Sin embargo, consideran que se están ingresando en una fase diferencial donde la obligación de establecer zonas de bajas emisiones.

“Esto ha de suponer un desarrollo sustancial de la descarbonización en los repartos de última milla”, resaltan desde MITMA.

Cabe resaltar que esta obligación viene complementada con actuaciones cruciales incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

Hoy por hoy existen diversas ayudas para la renovación de vehículos de transporte a eléctricos en el marco de este plan.

Las mismas se centran tanto en la acción directa de los ayuntamientos para la renovación de las flotas de su titularidad dedicadas al transporte de viajeros y de mercancías, como en la acción de las empresas privadas prestadoras de servicios de transporte por carretera de viajeros o mercancías. 

Un claro ejemplo de esto es el Real Decreto 983/2021, del 16 de noviembre. Mediante el mismo, se aprueba la concesión directa a las comunidades autónomas y a las ciudades de Ceuta y Melilla de ayudas para la transformación de las unidades de viajeros y mercancías de empresas privadas prestadoras de servicios de transporte por carretera.

Las mismas asistencias alcanzan a empresas que realicen transporte privado complementario.

Además, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ofrece ayudas a la adquisición de coches nuevos con energías alternativas bajas en carbono.

Estos pueden llegar hasta los 200.000 euros para un autobús eléctrico o de hidrógeno y de 190.000 para un camión eléctrico o de hidrógeno.

No solo eso, sino que  desde MITMA se considera que el cambio a un vehículo electrificado “supone en muchos casos adaptar también la propia operativa de trabajo, donde la planificación de la recarga y las rutas juega un papel clave”.

Es por ello que también se incluyen subvenciones para la instalación de puntos de recarga con potencias acordes a las necesidades de estos vehículos, asociadas a la adquisición de un vehículo eléctrico puro o híbrido enchufable. 

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