Durante el debate de moción de censura contra la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres, que fue citado en la Cámara de Representantes, la titular de la cartera explicó la postura del Gobierno frente a la transición energética del país. 

En ese sentido, destacó la importancia de diseñar un plan a largo plazo que sea consecuente con la próxima demanda global en un mundo descarbonizado.

“¿De dónde se espera que nuestra economía siga creciendo a partir de una inversión que ya no va a crecer más?”, cuestiona Vélez Torres.

Y agrega: “Los países europeos han liderado este cambio en la matriz de inversiones y hoy 39 países dicen que, desde finales de 2022, no se van a realizar más inversiones en países foráneos ni para gas, petróleo o carbón”. 

Uno de los puntos más palpables que demuestran esta transición es el reflejado en el parque automotor.

“La descarbonización tiene un efecto en el parque automotor a nivel global”, señala.

Luego, añade: “En estas semanas, los países europeos están discutiendo en qué momento se van a dejar de importar y producir carros a gasolina para pasarse a la producción de eléctricos”. 

De hecho, el nuevo paquete de medidas de la Unión Europea contra el cambio climático y las emisiones ha puesto fecha a la prohibición definitiva de la venta de coches contaminantes: a partir de 2035 todos los vehículos comercializados en Europa deberán ser cero emisiones.

Solo se podrán vender coches eléctricos o de hidrógeno. 

Un punto a tener en cuenta es que los híbridos quedarán descartados, a menos que se desarrolle una tecnología combustible de cero emisiones. Su rol será puramente de transición hasta 2030.

“Integrado a esta decisión global de descarbonización, muchos países han decidido parar la financiación de los proyectos de hidrocarburos a nivel internacional”, advierte la ministra. 

 “Nosotros necesitamos hacer un cambio para ajustarnos y ser pioneros latinoamericanos. Se espera que los 33 mil millones de dólares que se invertían en hidrocarburos migren a energías renovables y, sobre todo, a las no convencionales”, indica. 

Vélez contó que una de sus primeras tareas al asumir el Ministerio de Minas fue iniciar mesas técnicas con la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas y con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, por lo que las cifras no se han unificado y de ahí la diferencia en los contratos de exploración de hidrocarburos. 

Tras la revisión se halló que hay 381 contratos, pero reconoció que es momento de revisar cuáles “son viables” y de qué forma la entidad puede “acompañar en la gestión adecuada de los recursos del subsuelo”.

“Se ha preguntado mucho si van a haber nuevos contratos o no. Cualquier nuevo contrato que hipotéticamente se firme mañana solo tendría, en promedio, resultados en 8,6 años”, resalta Vélez Torres.

“¿Qué estará pasando en el mundo para ese entonces? Se estará haciendo el cambio automotor en Europa, ¿dónde estará la demanda de los hidrocarburos que estaremos descubriendo en ese momento?”, cuestiona. 

Este último punto, donde se pone en duda el futuro de nuevos contratos vinculados a hidrocarburos, es uno de los mayores cuestionamientos que ha tenido la ministra por parte del sector. 

Hay cuatro motivos que llamaron a la moción de censura: las declaraciones que ha entregado la ministra han generado pánico económico, el impacto de las palabras de Vélez en la tasa de cambio con el alza del dólar y dos incumplimientos en las funciones de su cargo al afirmar que no se harán contratos de esta índole.

En consecuencia, hasta el 6 de diciembre se desconoce cuál será el desenlace de esta situación: si la ministra consigue el apoyo suficiente para continuar en el cargo o no.