Chile | Buses
lunes 08 de marzo de 2021
MetBus concentró estrategia en la carga de buses eléctricos para mejorar competitividad y va por más en Chile
La empresa que ofrece servicio de operación del transporte público en Santiago de Chile cuenta con 436 unidades de buses eléctricos hoy en día. A la espera de la licitación que pueda extender el contrato de este servicio, proyecta y planifica a futuro según las metas del gobierno de transporte público 100% eléctrico en 2040.
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Metbus ofrece servicio de operación de transporte público en Santiago de Chile. Hoy día cuenta con 435 buses BYD, 1 King Long, 230 cargadores BYD distribuidos en ocho electroterminales, 1 Loubinsen y un Pantógrafo. Además su flota se  completa con aproximadamente 1100 buses diésel.

Una experiencia destacada del operador es la del servicio 516, que fue el primero en recibir buses eléctricos, a su vez, es uno de los que más pasajeros transporta y posee una pendiente de sobre 10 grados al subir por la precordillera santiaguina.

Consultado por Portal Movilidad sobre el balance que hace de este tiempo de operar buses eléctricos, Diego Fuentes, Gerente de Planificación y Desarrollo de Metbus S.A., cuenta: «La evaluación hasta ahora ha sido buena, un bus eléctrico no tiene nada que envidiarle a un diésel, sólo requieren una buena estrategia de carga.”

Al mismo tiempo indica: “Requieren menos mantención lo que se traduce en menor costo y menor tiempo en el taller. El costo de la energía es de un tercio respecto al diésel, si se hacen las gestiones para aprovechar los horarios en que tiene menor valor”.

Y afirma: “Hemos aprendido y forjado alianzas con nuestros proveedores más de largo plazo y eso nos da una mayor tranquilidad para operar”.

“Lo mejor de todo es que la entrada de estos buses elevó el estándar de comodidad de cara hacia los usuarios”, concluye en su evaluación, teniendo en cuenta que a partir del ingreso al sistema de estas unidades los ciudadanos cuentan con buses de más asientos y con aire acondicionado (cuestiones que hasta ese momento no se le exigían ni existían un bus diésel que circulaba en Chile).

En lo que respecta a la experiencia en su función en la empresa y el área que tiene a cargo comentó: “En el tema de la planificación lo importante es la escalabilidad, pudimos establecer –mejorando en el camino- un modelo que nos permitió pasar de dos buses eléctricos a 436 y de dos cargadores a 230”.

El gobierno chileno –como ya se remarcó en varias oportunidades- fijó la meta de transporte público 100% eléctrico para el año 2040. Al respecto, Diego Fuentes opinó a partir de los datos de que muchos fabricantes esperan antes de esa fecha producir solamente vehículos eléctricos y de que es probable que la mayor parte de la flota utilice hidrógeno para generar electricidad: “Para ese entonces deberían haber unos dos recambios de buses, estimo y espero que la tecnología esté más madura para esa época”.

En esta línea, el representante de Metbus aseguró: “Nuestro objetivo es pulir nuestro modelo de operación para seguir creciendo a una eventual operación 100% eléctrica”.

Incertidumbre por la licitación que se avecina

“La licitación de los servicios que opera Metbus aún no es publicada, por lo que no tenemos total certeza de lo que viene. Nos encantaría estar operando en 2040, pero no lo puedo asegurar”, explica Fuentes.

Vale aclarar que Metbus finalizaba su contrato de operación en febrero de 2020, pero al no estar listas las bases de la licitación correspondiente se extendió el contrato por 18 meses más. Además, por el modelo de contrato de provisión de flota, los 436 buses eléctricos no son propiedad del operador sino que son activos del sistema de transporte de Santiago bajo un método de leasing.

“Es necesario que haya licitación porque provee transparencia al sistema de transporte”, afirma el Gerente de Planificación y Desarrollo de Metbus S.A.

Con el objetivo de mantenerse en el transporte público, Metbus participará de la licitación en la forma que se disponga según las bases, aunque examina que el modelo propuesto  -de separación de activos- le quita atractivo a la entrada de nuevos operadores.

Por otra parte, considera que el gobierno no debe desestimar, y sí tener en cuenta y reconocer en algún punto a los operadores que en sus experiencias lo han hecho bien para los futuros contratos.

Derribando mitos

“Inicialmente la mayor dificultad fue el desconocimiento”, cuenta Fuentes consultado por los obstáculos con los que se encontraron al introducir e-buses a sus flotas.

Dentro de este desconocimiento, se comentaba que los buses no eran fiables, que el esquema de carga por la noche no era suficiente y se requerirían cargas rápidas de alta potencia, que había que tener flota adicional para operar por el tema de la carga y que no tenían potencia para subir pendientes, entre otras cuestiones.

Muchos –o casi todos- estos mitos fueron derribados. “Lo que hicimos fue aprender”, remarcó Diego Fuentes refiriéndose a acciones que se realizaron en materia de capacitación y pruebas.

“Metbus tomó una medida que para muchos fue osada: comprar dos buses eléctricos para probarlos en circunstancias reales”, comparte en relación a la primera experiencia con esta tecnología.

“Lo más difícil y crucial en la planificación de la operación diaria es la estrategia de carga”, contó en relación al trabajo que realizaron en el área a su cargo, y agregó: “Desarrollamos un completo sistema de información para controlar y planificar la carga de buses que obtiene en línea la información de los cargadores y la integra con el sistema de despacho”.

Además, la empresa maneja desde siempre una flota de reserva que permite una holgura, en el caso de los diésel es del 6%, en el caso de los eléctricos del 4% debido a su mayor disponibilidad.

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