Chile | Infraestructura de Carga
martes 17 de mayo de 2022
Los cinco retos de Chile para implementar Mi Taxi Eléctrico
El proyecto logró incorporar de forma exitosa un total de 50 vehículos eléctricos en la ciudad de Santiago, lo que motiva la realización de una segunda versión con 180 nuevos cupos en 7 ciudades del país: Santiago, Valparaíso, Concepción, Valdivia, La Unión, Temuco y Coyhaique.
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La incorporación de 50 taxis eléctricos al transporte público de Santiago implicó la instalación de un cargador en la casa de los dueños de las unidades. No fue tarea fácil ya que, desde la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), refieren distintos desafíos a los que se afrontaron.

Por ejemplo, observaron una capacidad de empalme insuficiente: ninguna de las casas contaba con la capacidad suficiente para instalar un cargador de 7 kW. Por esto, fue necesaria la construcción de un nuevo empalme o un aumento de este.

En el caso del programa, la tramitación de estos dos últimos demoró en promedio 55 días corridos, mientras que el costo aproximado fue de $217.1388 (IVA incluido) para el aumento de empalme y $367.0959 (IVA incluido) en el caso de nuevo empalme.

Además, se encontraron con instalaciones eléctricas fuera de norma, por ejemplo, se identificaron defectos en poste de paso o escuadra, casas sin interruptor general, casas sin puesta a tierra, modificaciones irregulares en los empalmes, entre otras.

Por otra parte, existía espacio limitado en muros de viviendas. Esto fue un problema observado particularmente en las viviendas del tipo pareadas en ambos lados. Dada la configuración de estas casas, toda la infraestructura de carga residencial debe quedar localizada en el frontis de la vivienda, donde muchas veces el espacio disponible es limitado.

Finalmente, se requirió de intervención y reposición de superficies intervenidas por puesta a tierra. En condiciones ideales, es deseable poder realizar la puesta de la instalación eléctrica en una superficie de tierra, ya que facilita las obras y evita reponer pavimentos. Sin embargo, en esta experiencia, el 46% de las intervenciones se realizaron en cerámica y el 23% en hormigón.

Respecto a la modificación del empalme, también se dieron desafíos teniendo en cuenta que el 100% de las casas del programa requirieron la construcción de uno nuevo o un aumento del mismo.

Así, quedó en evidencia que los tiempos de respuesta varían significativamente entre distribuidoras y, en su mayoría, los plazos superan los máximos establecidos en la normativa chilena. Además, cada distribuidora tiene procedimientos y requisitos distintos para atender las solicitudes, dificultando la tramitación desde el punto de vista del usuario.

Ante la pregunta ¿aumento de empalme o nuevo empalme? la AgenciaSE responde en el estudio: “Habiendo concluido la puesta en marcha de los 50 proyectos, destacamos que la alternativa de aumento de empalme es más conveniente en la mayoría de los casos. De todas maneras, la construcción de un nuevo empalme puede ser mejor opción bajo ciertas condiciones”.

“Existe poca información sobre la operación de los taxis lo que dificulta el diseño de políticas públicas para este segmento. La experiencia de Mi Taxi Eléctrico nos mostró que el universo de taxistas es diverso, tanto en su capacidad de financiamiento como en la forma en que operan sus vehículos. Esperamos que el monitoreo de la operación de estos 50 vehículos eléctricos y su posterior análisis, contribuya a entregar más y mejor información para la electrificación de este segmento”, remarcan los autores del estudio entre sus palabras finales.

El estudio completo se puede descargar en el siguiente link.

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