Esta mañana se presentó el cuarto informe anual de MOVE titulado “Movilidad Eléctrica: Avances en América Latina y el Caribe cuarta edición”, reporte que resalta las tendencias en torno a esta tecnología.

“La región es la segunda más urbanizada del mundo, con 8 de cada 10 personas viviendo en ciudades, pero cuenta con una de las matrices eléctricas más limpias del mundo, lo que supone una ventaja única para migrar a las tecnologías de la movilidad eléctrica”, destaca Jolita Butkeviciene, directora para América Latina y el Caribe, DG de Cooperación Internacional y Desarrollo, Comisión Europea, en el prólogo.

Asimismo, agrega que “América Latina y el Caribe han creado tecnologías y capacidades que permiten la expansión de la movilidad eléctrica a escala regional tanto en términos de legislación como de mercado”.

Por su parte, Piedad Martin, directora y Representante Regional Interina, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, afirma que las tendencias observadas “posicionan a la región como líder en la integración de vehículos eléctricos a las flotas de transporte público, la innovación en procesos, productos y servicios, el compromiso de los gobiernos plasmado en regulación, y los avances de la industria hacia la descarbonización”.

Estos resultados se dan tras un año de pandemia donde todos los sistemas de transportes y la movilidad en sí misma se vieron afectados por las restricciones de circulación. Por lo tanto, los números arrojados no son representativos de los contextos ni podrán tomarse como base para la planificación o perspectivas de crecimiento.

“En esta oportunidad los reportes los cualitativos porque los números no reflejarían las tendencias del mercado, serían solo una foto de una circunstancia”, indica Jone Orbea, líder de MOVE, iniciativa de movilidad eléctrica de Cambio Climático, a modo de adelanto en contacto con Portal Movilidad.

De igual modo esos números serán públicos en un tiempo a través de una sección especial en la página web para tener la oportunidad de hacer una visualización histórica en categorías vehiculares para toda Latinoamérica y Caribe.

En el escrito se analiza detalladamente las políticas públicas, marco legal, gobernanza, avances en transporte público eléctrico, infraestructura de carga, educación y participación ciudadana, industria y negocios y el rol de las entidades financieras, abordando en todos los ejes las oportunidades para el futuro.

Además, se plantearon 12 casos de estudio entre los cuales se encuentran las carretillas eléctricas para recolectores de material reciclable, legislación de movilidad eléctrica en zonas protegidas, incorporación de buses eléctricos, flota de trolebuses de CDMX, triciclos de La Habana, interoperabilidad en Chile y litio en Argentina.

Adelanto del informe sobre movilidad eléctrica

Orbea comenta que en América Latina y el Caribe se observa un cambio de tendencia sostenido y robustecimiento de algunas tecnologías -como el impulso a infraestructuras que fomentan servicios como las bicicletas y monopatines eléctricos-, además de los metas de gobiernos y la renovación de compromisos asumidos en la firma del Acuerdo de París.

“Por los cambios en la movilidad y reducción de viajes muchos países han concretado mesas de trabajo conjuntas con los diferentes actores involucrados en el ecosistema para establecer medidas en pos de la movilidad eléctrica para la reducción de las emisiones”, asegura.

En esa línea destaca la implementación de pilotos en países que todavía no habían tenido la oportunidad de tomar medidas concretas. Cabe mencionar que en los últimos meses entraron en circulación buses eléctricos en Barbados, Colombia, México y Costa Rica.

Al respecto, indica: “Es el primer paso para una masificación de la movilidad eléctrica”.

Por otro lado, se observa un lineamiento y trabajo en conjunto por parte de todos los interesados como el sector automotriz, sector energético, tercer sector, academia y Estado.

En ese mismo contexto es que se da una “reconversión en las líneas de montaje de vehículos livianos y de dos o tres ruedas” con foco en México y Brasil para pasar a ser una región desarrolladora de tecnología y ensambladora.

10 puntos que marcan tendencia

El informe identifica 10 elementos que marcan un cambio de tendencia a nivel regional en 2020 y que posibilitan un futuro con movilidad eléctrica en América Latina y el Caribe:

• Los gobiernos establecen metas de movilidad eléctrica con base en acuerdos internacionales, reglamentos y hojas de ruta nacional y subnacional.
• Los gobiernos se estructuran para gestionar y liderar la movilidad eléctrica.
• Existe oferta de vehículos eléctricos de varias gamas y categorías.
• Existen pilotos de transporte público eléctricos en muchos países de la región y la información que se genera es compartida para el aprovechamiento de otras ciudades.
• La infraestructura de carga se comienza a ver en las ciudades grandes y medianas, y existen planes tarifarios para la carga privada.
• Existen asociaciones ciudadanas que promueven e impulsan la movilidad eléctrica.
• Existen cursos formales e informales para el desarrollo de conocimiento y capacidades técnicas orientadas a mercados laborales.
• Las grandes empresas comienzan a fabricar vehículos en la región; sin embargo, casi la totalidad de los buses son aún importados.
• Aparecen innovaciones industriales en bienes (incluido software) y servicios.
• Aparecen modelos, estructura y productos que facilitan la adquisición o uso de vehículos eléctricos. Entre ellos, la banca comercial estructura productos específicos para vehículos eléctricos.

El informe completo.