En julio de 2022, un decreto del Gobierno brasileño promovió la apertura y dinamización del mercado local del litio ya que a partir de esta medida se permitieron operaciones de comercio exterior de minerales y sus derivados.

La publicación oficial cita que la medida fue concretada con el objetivo de posicionar a Brasil competitivamente en la cadena global y atraer inversiones para la investigación y producción de minerales, y para el avance de la capacidad productiva en las etapas de procesamiento, producción de componentes y baterías.

Con este avance de la producción brasileña de litio, las autoridades estiman que las inversiones superen los R$ 15 mil millones en la región hasta 2030.

Los planes anunciados por diferentes empresas implican desde extracción y explotación de litio, fabricación o montaje de baterías con celdas importadas hasta la fabricación de celdas a escala industrial.

Al respecto, fue consultado por Portal Movilidad Márcio Lima Leite, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automotores (ANFAVEA), quien expresó: “ANFAVEA defiende la producción local de baterías para vehículos y eléctricos. Nuestro país tiene una gran riqueza mineral, especialmente grandes reservas de litio”.

Y agregó: “Queremos ser productores y exportadores de baterías, no sólo de insumos para su fabricación”.

Las estadísticas demuestran que, en 2021, la producción minera de litio global de Brasil fue de 1500 toneladas métricas provenientes de yacimientos de roca dura.

Además, algunas proyecciones indican que más del 60% de los vehículos vendidos en el mundo a partir de 2030 serán electrificados y consumirán el 90% del litio producido en el mundo.

A finales de esta década, el consumo mundial de litio para baterías de automóviles eléctricos debería crecer de las actuales 350.000 a tres millones de toneladas anuales, según cálculos de Rio Tinto, la segunda minera más grande del mundo.

Pero como los anuncios en el país no están solo ligados a baterías sino también a producción de vehículos eléctricos, desde ANFAVEA a su vez responden si puede el país reconvertir su industria automovilística convencional de combustión interna hacia la fabricación de unidades eléctricas.

Sobre este tema, el presidente de ANFAVEA aclaró: “No hablamos de electrificación sino de descarbonización, con la combinación de múltiples vías, que incluyen electrificación, pero también biocombustibles, GNC, diesel verde (HVO), etcétera”.

“Los motores híbridos (eléctrico + combustión y etanol), ya producidos en modelos brasileños y exportados a América Latina, tienen un gran potencial de reducción de emisiones”, remarcó Márcio Lima Leite.