La transición al coche eléctrico ya es un hecho, pero ahora lo que está en juego es el ritmo al que se está avanzando. 

Tal es el caso que la fiscalidad de los segmentos electrificados entra al centro del juego, con solicitudes directas por parte del sector automoción a la administración española para que esta genere una real palanca. 

Laura Ros, directora general de Volkswagen España, es quien en esta ocasión ha puesto de manifiesto que “si se desea acelerar el paso hacia una movilidad sin emisiones, hay que ser más ambiciosos en la velocidad de la transformación”.

La ejecutiva apunta directamente a los planes de incentivos a la compra de coches eléctricos, como lo es el Moves III.

Recientemente ampliado en 235 millones de euros extras,  se trata de un programa plurianual hasta 2023, que contaba con un presupuesto inicial de 400 millones de euros movilizados del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para la ejecución de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

Se divide en dos tipos de actuaciones. Por un lado, recoge ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos y por otra parte ofrece subvenciones a la instalación de infraestructuras de recarga.

Desde la óptica de la directora general de Volkswagen España, el mismo esta está “siendo positivo”, pero hay mejoras que se podrían aplicar. 

“El impacto de éstos sería todavía mayor si los incentivos se abonarán en el momento de la compra. Necesitamos un nuevo impulso por parte de la Administración”, sostiene en este punto. 

El Plan Moves III cuenta con una peculiaridad y es las demoras en los plazos de pago de la ayuda prometida. Muchas denuncias han indicado tardanzas que van desde los seis a los veinticuatro meses en ciertos casos.

Pero esta no es la primera vez que Laura Ros toca el tema de la fiscalidad en su discurso. 

El año pasado, en el marco de la presentación de la gama ID en Madrid, fue quien publicó los resultados que recibieron en una de las tantas propuestas a la Unión Europea para mejorar la tributación de los segmentos electrificados.

En aquel entonces Ros señalaba que el sector del automóvil había recibido una negativa por parte de Bruselas a la petición de eliminar totalmente el IVA de los coches eléctricos y de uno reducido para los híbridos.

Asimismo, propone otro tipo de medidas alternativas como lo es la revisión del impuesto de matriculación, que según esta directiva, actualmente penaliza al consumidor y debería medirse en función del uso del vehículo.

La perspectiva de una de las principales figuras de Volkswagen a nivel local apunta a que apostar por una fiscalidad positiva y por un plan de ayudas “eficiente” en la transición hacia la electromovilidad y de ‘cero emisiones’ podría acelerar la transición en la que se embarca no solo España, sino que Europa en general. 

Pese a las negativas que se han visto a estas solicitudes, hace tiempo y en diálogo con Portal Movilidad España, el Director Gerente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Arturo Pérez de Lucía, adelantaba hacia dónde se dirigen las mejoras en la materia.

“Se están trabajando medidas que van más allá de la rebaja del IVA, que seguimos defendiendo, pero vemos que hay otras alternativas ligadas a la edificación y eficiencia energética que pueden implementarse también aquí”, explica Arturo Pérez de Lucía a este medio.

Particularmente, se trata de dos iniciativas. Por un lado, está la posibilidad de que las ayudas otorgadas en el marco del Plan Moves no computen como rendimientos de trabajo.

Además, se baraja dentro de la secretaría que encabeza Sara Aagesen, y otros organismos, la idea de dotar con un 20% de al IRPF la venta de cualquier coche electrificado.

Según precisa el representante de AEDIVE, se podría estar hablando de una reducción y una quita de cómputos que se traduce directamente “en una ayuda muy importante”.