En Brasil actualmente circulan cerca de 105 millones de vehículos en todo su territorio. Del total, 54 millones de ellos, poco más de la mitad, son coches particulares. Si se toma como referencia que la oferta actual de vehículos eléctricos en todo el mundo es de 4,5 millones, los números hablan por sí solos.

Bajo esas consideraciones, Ricardo Bovo , director de Asuntos Internacionales de la Asociación Brasileña de Propietarios de Vehículos Eléctricos (ABRAVEI), explica las potencialidades de este mercado en movilidad eléctrica.

“Brasil es el mercado más grande de Latinoamérica. Pero el reemplazo del parque vehicular de combustión a eléctrica demorará al menos 10 o 15 años ”, explica durante el especial sobre movilidad eléctrica en Latinoamérica y Caribe organizado por Portal Movilidad .

En la actualidad se registra un incremento del 29,4% de vehículos matriculados durante el primer trimestre de 2021, con respecto al mismo período de 2020.

Brasil cuenta con 2700 unidades de vehículos eléctricos. De esos, crossover de 200 hijos.

Todos estos datos se acercan cada vez más a las estimaciones de la Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos (ABVE), que indican una penetración de 28 mil unidades en 2021.

En ese marco, aunque el mercado brasileño se torna muy competitivo por las potencialidades de su demanda, aún está en sus etapas más incipientes. Esto se debe a las altas tasas.

Los impuestos en Brasil duplican el precio de cualquier producto internacional. Las ofertas en el mercado de coches eléctricos oscilan los 200 mil reales, aproximadamente unos 45 o 50 mil dólares.

Aunque, Ricardo Bovo aclara que no existen impuestos per se a la importación, sí en el cúmulo de las partes que conforman un vehículo eléctrico por lo que el producto final duplica el valor inicial.

“Es un marco prometedor y es por eso que los fabricantes buscan este mercado para ofrecer sus lanzamientos”, mencionó Bovo. No obstante, indica que falta un incentivo más fuerte por parte del Gobierno para que la industria mejore sus expectativas.

Las razones de las potencialidades brasileñas

Además de lo ya mencionado, Brasil cuenta con la ventaja competitiva de los bajos costos de la energía que ronda en los 12 centavos de dólar por kilovatio.

Por tal motivo, empresas como Companhia Paulista de Força e Luz (CPFL) y Energías de Portugal (EDP) están siendo las impulsoras.

Ambas invierten en la instalación de cargadores en las carreteras de Brasil, considerando que la falta de infraestructura sigue siendo una barrera.

Esto mismo se ve acompañado por la matriz energética renovable, con aportes de hasta el 59% de potencia hidroeléctrica (109365 MW), y donde la tecnología solar fotovoltaica se destaca también en grandes usinas (3427 MW) y generación distribuida solar (6310 MW) instaladas.

Un ejemplo del trabajo que se está ideando se ve en la disposición de los cargadores en lo que es la ruta que conecta San Pablo con la capital, Brasilia.

En este caso, los cargadores están dispuestos a una distancia de 150 kilómetros uno con respecto al otro. Teniendo presente la distancia de poco más de 1000 kilómetros entre ambas ciudades, en la actualidad ya es viable viajar entre ambos centros urbanos con un automóvil eléctrico.

Hoy hay 650 cargadores públicos en todo Brasil de las cuales 50 son cargas rápidas y el resto semi rápidas. Además, momentáneamente no se cobra por la recarga.