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jueves 20 de mayo de 2021
«La tecnología basada en combustibles fósiles, muy contaminantes, necesita ser reemplazada sin demora»
El Papa Francisco se expresó a seis meses de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) sobre la importancia de la transición energética hacia fuentes limpias.
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«Esperemos que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades», agregó desde su cuenta de Twitter Francisco.

Cabe recordar que, en la encíclica “Laudato Sí”, Francisco planteó la necesidad de frenar la emisión de gases de efecto invernadero: “se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable”.

Además instituyó el 1º de septiembre como el día mundial de oración para el cuidado del medio ambiente.

Camino a la COP26

El mensaje de Francisco no se da por casualidad, ya que quedan apenas seis meses para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), en dónde los líderes mundiales se reunirán para encontrar un acuerdo que evite el calentamiento global del planeta.

En otras oportunidades, había sido muy crítico por “la débil reacción de la política internacional con respecto a la concreta voluntad de buscar el bien común y los bienes universales, y la facilidad con la cual son desatendidos los fundados consejos de la ciencia sobre la situación del planeta”.

El Papa denunció además cómo «la sumisión de la política a la tecnología y a la finanza que buscan la ganancia, se demuestra por la distracción y el retraso en la aplicación de acuerdos mundiales sobre el ambiente, además de las continuas guerras de predominio que, enmascaradas por nobles reivindicaciones, causan daños cada vez más graves al ambiente y a la riqueza moral de todos los pueblos».

En línea con lo expresado en su encíclica de 2015 Laudato Si’, Francisco recordó que la «misión evidente» de la ciencia al servicio de un nuevo equilibrio ecológico global y la renovada alianza entre la comunidad científica y la comunidad cristiana, con la finalidad común de proteger la «casa común», «amenazada por el colapso ecológico y el consecuente aumento de la pobreza y de la exclusión social».

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