La Fundación Costa Rica – Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente trabajan en el proyecto “Acelerando la transición al transporte público eléctrico en el Gran Área Metropolitana (GAM)”.

En consecuencia, CRUSA pondrá en funcionamiento el plan piloto para transformar la flota de taxis que brinda servicio en el Aeropuerto Juan Santamaría. Los coches nuevos comenzarían a operar antes de mayo de 2023.

“Para el proceso de adjudicación tenemos un oferente de vehículos y contaremos con apoyo financiero y concesionarios líderes que darán el primer paso”, explica Juan Guillermo Murillo–Chinchilla, director de programas y proyectos de CRUSA, en diálogo con Portal Movilidad.

Y agrega: “Como agencia ejecutora somos los encargados de hacer el arreglo institucional que lo pueda hacer posible y, formalmente, quienes seleccionaremos a los concesionarios beneficiarios del subsidio”.

Vale mencionar que para llevar adelante la iniciativa tuvieron en cuenta la experiencia de Mi Taxi Eléctrico en Chile.

“Tomamos algunas lecciones aprendidas de ese proceso con el fin de implementarlo en el caso costarricense. Nuestra expectativa es que a fines del 2023 tengamos más de seis unidades”, comenta Murillo–Chinchilla.

Los avances del proyecto durante el 2022

La iniciativa se lanzó en diciembre de 2021 y, a partir de ello, comenzaron a trabajar en diferentes etapas.

La primera, consistió en presentar el plan a las nuevas autoridades del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE) y del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), ya que en el mes de mayo –durante el periodo de implementación del proyecto- hubo cambios en ambos departamentos.

“Eso implicó acercarles información para que comprendan el alcance y explicarles otros detalles. Por ejemplo, por qué se eligieron vehículos eléctricos para ese aeropuerto en particular”, sostiene el director.

La segunda, se trató de la implementación del piloto. Para ello, desde CRUSA efectuaron un estudio que determina cuáles son las condiciones que tienen que cumplir las unidades para brindar servicio en la base especial de operación del aeropuerto.

Este determinó que deben ser sedanes con una suficiente capacidad de carga en el espacio trasero, entre otros aspectos.

“De los 103 vehículos que operan en el aeropuerto, 65 son sedanes, 30 microbuses y 13 unidades para personas que poseen alguna discapacidad. Nos enfocamos en aquellas personas que, dada la antigüedad de los sedanes, tienen que realizar el cambio del coche en 2023 o 2024. Son cerca de 43 los concesionarios que están en esa condición”, indica Murillo–Chinchilla.

En paralelo, comenzaron a trabajar con el sector financiero para identificar quiénes ofrecerán préstamos para comprar los vehículos.

Lo cierto es que Costa Rica cuenta con instituciones que brindan beneficios para transporte público, pero no para unidades cero emisiones, y viceversa.

Adicionalmente, se llevó a cabo un estudio de mercado para identificar cuál es la infraestructura de recarga que se utilizará, y otro sobre los sistemas de adquisición, monitoreo y gestión de datos.

A partir de este último, se estableció que, además de los seis sedanes eléctricos que operarán, también funcionarán seis de combustión interna a modo de “espejo” para efectuar comparaciones de desempeño entre ambas tecnologías.

Asimismo, a nivel de capacitaciones y formación, CRUSA trabajó con los concesionarios del aeropuerto aportándoles información básica como qué es un vehículo eléctrico, qué diferencias posee con uno a gasoil, de qué manera se conecta un cargador, etcétera.

Costa Rica avanza en planes con perspectiva de género

Con este proyecto el país realizó un importante acercamiento con mujeres concesionarias. De hecho, es la primera vez que en Costa Rica se lleva adelante una iniciativa específica con la población femenina vinculada al transporte público con modalidad taxi.

“De las 103 placas, solo hay seis concesionarias mujeres. Si le sumamos las choferes, llegamos a diez. En cambio, hay alrededor de 235 hombres. Entonces, trabajamos con quienes les tocó romper estereotipos, afrontar la violencia de género en sus cargos, el acoso sexual y otros hechos que limitan que participen en este sector”, enfatiza el director.

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