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lunes 11 de enero de 2021
La Ministra de Energía de Biden trabajaría medidas para electromovilidad impactando sobre Latinoamérica
Jennifer Granholm es el nombre apuntado por el electo presidente de Estados Unidos para ocupar el cargo más alto en el Departamento de Energía una vez que entre en funciones la nueva administración ¿Qué relación tiene Granholm con la movilidad eléctrica? Portal Movilidad trae los detalles.
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El presidente electo Joe Biden decidió y manifestó la elección de Jennifer Granholm para ser su Secretaria de Energía cuando asuma su mandato.

¿Esta decisión es un guiño al mercado de la movilidad eléctrica?

Vale tener en cuenta que el próximo presidente de Estados Unidos prometió una serie de medidas y normativas para acelerar la transición energética hacia tecnologías limpias. Sin dudas las repercusiones de estas políticas se reflejarán en Latinoamérica.

Sobre todo, teniendo en cuenta que las diferentes políticas de Estados Unidos terminan impactando sobre los organismos de crédito internacionales y pueden implicar que se acelere el desarrollo de financiamiento para la movilidad.

Por otra parte, puede considerarse a las grandes empresas que tienen presencia en latinoamérica como otro foco de inversión desde la mirada del país norteamericano en sus planes de ampliar sus metas de carbono neutralidad.

Pero ¿Quién es Jennifer Granholm y por qué es la elegida?

Abogada, de 61 años y con extensa trayectoria en el Partido Demócrata de Michigan. Su currículum también la ubica como ex gobernadora (entre 2003 y 2011) y ex fiscal general de Michigan.

También en 2016, Granholm se unió a la junta directiva de ChargePoint, una compañía de infraestructura de vehículos eléctricos que opera la red más grande de estaciones de propiedad independiente, y forma parte de la junta de Proterra, una empresa que fabrica buses eléctricos de alta resistencia.

Cuando era gobernadora de Michigan, encabezó una carga que aseguró $ 1.350 millones en fondos federales para la industria automotriz del Estado que permitió que las empresas allí instaladas fabricaran autos eléctricos y baterías.

Granholm ahora enfrenta una tarea más grande: cumplir su promesa de campaña de ayudar a Estados Unidos a competir con China en vehículos eléctricos. Esta promesa es parte de un plan de 2 billones de dólares para combatir el cambio climático.

Para lograrlo, la administración de Biden deberá convencer a un Congreso muy dividido para que apruebe créditos fiscales y miles de millones de dólares más en fondos de estímulo.

Distintos referentes en el país ya se expresaron respecto a la posible designación: “Ella sabe de la industria del automóvil íntimamente”, sostuvo Dan Reicher, quien fuera Secretario de Departamento de Energía para la eficiencia energética y las energías renovables durante el gobierno de Bill Clinton. Y agregó: «Ese será un enfoque importante del departamento y de un país que está tratando de reducir las emisiones».

Por otra parte, Joe Britton, director ejecutivo de la Asociación de Transporte de Emisiones Cero (ZETA), se mostró optimista y confió en que Granholm, que logró iniciativas ecológicas en Rust-Belt Michigan, pueda marcar la diferencia.

Al respecto, Britton declaró: «Si cultivamos el sector de los vehículos eléctricos, podemos crear cientos de miles de puestos de trabajo de fabricación y como gobernadora, Granholm ha sido una defensor clave para impulsar ese desarrollo económico».

Se espera que el Departamento de Energía desempeñe un papel fundamental en el cumplimiento de los objetivos de vehículos eléctricos del presidente electo, que incluyen la instalación de una red de carga nacional de 500.000 cargadores y el aumento de las compras de vehículos eléctricos por parte de los consumidores.

Cabe destacar que todo esto puede ser una realidad si la Cámara Alta ratifica a Granholm en el cargo porque, el presidente tiene la facultad para nominar a su Secretario de Energía, pero es el Senado el responsable de ratificarlo.

Biden, además creará un puesto en la Casa Blanca para coordinar, supervisar y promover todas las políticas vinculadas con la agenda ambiental oficial en el plano federal.

Retomando la pregunta planteada y con los fundamentos expuestos, la respuesta a si esta decisión es un guiño al mercado de la movilidad eléctrica, es sí.

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