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martes 26 de julio de 2022
La industria de semiconductores no se recuperará hasta 2024: ¿Qué sucederá con los vehículos eléctricos?
Las previsiones para el próximo año son mejores pero no podrán superar la demanda de parte de la industria de la automoción y las demás que necesitan de estos componentes.
Fabricantes de vehículos preveían una recuperación del sector para este año, pero no sucederá.
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La crisis por los microchips que comenzó en el 2020 todavía parece no tener fin. La industria pronosticaba su fin dentro de los próximos meses pero desde el sector advierten que se deberá esperar al menos dos años para que la situación se normalice.

2024 es el año que resuena entre los especialista de la industria de los microchips y semiconductores. “Tardamos casi un año en fabricar algo que debería estar en cuatro meses”, afirma Carlos Pardo, CEO de KDPOF.

La crisis de desabastecimiento tuvo razón por tres factores que confluyeron desde principios de la pandemia.

Fue motivada, en primer lugar, porque la mitad de los medios productivos mundiales frenaron su producción por la crisis sanitariaPero, por otro lado, la demanda de dispositivos electrónicos se disparó.

“Todo el mundo tenía que conectarse desde casa, entonces la demanda de tabletas, ordenadores y teléfonos, tuvo un crecimiento exponencial”, afirma Pardo.

Un segundo factor fue la industria de la automoción, que cuando las cuarentenas comenzaron, su producción se redujo enormemente y así también la demanda. La gente dejó de comprar coches.

Allí se produjo un desajuste en el suministro mundial porque la demanda de microchips estaba abocada a la producción de otros elementos y no el automóvil.

Cuando el sector de la automoción despertó, empezó a querer producir y no existía la capacidad para sustentar esa demanda que fue superada por la oferta”, explica el CEO de KDPOF.

Un coche convencional necesita de hasta 10 tipos diferentes de microchips que van de los 65 nanómetros a las 85, en lo convencional. En otros casos puede haber de 180 y 190 o de 16. 

El tercer factor tiene que ver con lo ocurrido el año pasado cuando la oferta era inexistente y las compañías fabricantes de vehículos o electrónica comenzaron a abastecerse de manera abrupta

Por esto el stock de microchips estaba casi acabado para finales de 2021 e hizo comenzar 2022 con grandes retrasos en la producción.

“Toda las compañías estamos viendo de crecer y volviendo a hacer stock, con lo cual, todavía, la oferta sigue siendo inferior a la demanda”, sostiene Pardo.

¿Qué sucederá a futuro? El pronóstico para el próximo año es que la industria de los semiconductores comenzará a poder hacer frente a más demanda pero que seguirá por debajo de lo que se espera. Por lo tanto habrá falta de abastecimiento en 2023.

“Parte del sector dice que mejorará porque ya habrá stock, pero hay otros que sostienen que no y la necesidad seguirá existiendo”, argumenta el CEO.

Muchas de las grandes fábricas de microchips como puede ser TSMC estuvieron invirtiendo en estos últimos tres años en nuevas fábricas para poder hacer frente a esa demanda.

Con estas nuevas factorías en marcha ocurrirá, probablemente, que la capacidad de fabricación se duplique y comience a haber más oferta.

Pero, Pardo advierte: “Lo que avisa el sector es que no bajarán los precios, porque todavía tendrán que amortizar los costes de esas fábricas”.

La postura de los fabricantes de vehículos

Toyota, el mayor fabricante de automóviles en todo el mundo, se ve atravesado por la situación de crisis de la falta de oferta de los microchips.

La marca japonesa, al igual que otros fabricantes (como Tesla) tenían mejores previsiones en torno a la crisis de los semiconductores ¿Qué les sucede?

Toyota está teniendo graves problemas en el suministro de microchips. Pero las previsiones eran relativamente buenas y ahora, cuando se acerca el mes de agosto, la marca japonesa ha decidido reducir su objetivo de producción para el próximo mes. 

Por eso, no solo van a reducir su producción durante el mes de agosto, sino que además van a detener varias de sus instalaciones en Japón.

Inicialmente, Toyota había previsto una producción de 850.000 vehículos durante el próximo mes de agosto. Sin embargo, acaban de ajustar esta previsión a 700.000 vehículos. 

Según las indicaciones de la propia compañía, la producción se va a reducir por la escasez de semiconductores. Un importante recorte del 18% en su fabricación que, eso sí, de momento no afectará a la producción anual.

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