La Comisión Federal de Energía (CFE), que ha estado trabajando en corredores eléctricos los últimos años para desarrollar la electromovilidad en el país, asegura que uno de los inconvenientes primordiales con el que hoy cuenta México recae en la escasez de infraestructura eléctrica. 

“Si bien la red nos da la potencia necesaria para instalar una electrolinera, que requiere que se entreguen entre 400 y 480 voltios para alimentar una estación de carga rápida que permita cargar el vehículo en 20 minutos, no existe la infraestructura necesaria para poder hacer la instalación correspondiente”, afirma Enrique Álvarez, gerente del Programa de Energía del Sector Eléctrico (PAESE) en la CFE. 

En ese sentido, agrega: “Si yo quiero instalar una electrolinera entre Cuernavaca y Chilpancingo me encuentro con que no existe infraestructura comercial o industrial donde ya esté la parte eléctrica adecuada para solo llegar e instalar una estación de carga”. 

Cabe recordar que desde 2017, en alianza con Nissan y BMW, el organismo llevó adelante un programa para la promoción de la electromovilidad por medio de inversión en infraestructura de recarga. Esto se centró en las tres principales zonas metropolitanas, dado que allí se concentra la mayor parte de vehículos eléctricos. 

El último tiempo decidió darle un giro al proyecto y se centró en una red de carga asentada en la carretera para poder satisfacer la demanda de un público que busca recorrer tramos más largos entre ciudades. Es en estos lugares, más alejados de las metrópolis, donde la instalación se convierte en un desafío. 

Esta unión Charge Now, que comenzó en 2015 entre ambas automotrices, en 2019 alcanzó el hito de 500 cargadores instalados en su red conjunta en México. De hecho, BMW cuenta con su ruta más larga de cargadores, desde San Luis Potosí hasta Puebla, que contempla 600 kilómetros, siete cargadores de carga rápida y 50 kilovatios.

“Si quisiera instalar una electrolinera en estos tramos, tendría que crear toda una infraestructura para poder bajar del cable la potencia necesaria y conectar la electrolinera. Eso resulta por el momento muy caro”, comenta Álvarez durante el Quinto Foro de Movilidad Sustentable organizado por la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos. 

Luego, añade: “Para que crezca la infraestructura, se va a requerir de mucha inversión. No solo para la infraestructura de la electrolinera, sino también para la infraestructura hablando en términos generales. Deben existir comercios que vayan adecuando toda la infraestructura eléctrica que se requiere para dotar a la industria y nosotros podamos llegar allí a instalar”. 

“Ese va a ser el gran reto más adelante porque ya el tema de infraestructura en las ciudades es un tema que ha ido avanzando, pero necesitamos empujar para que el auto pueda recorrer otras distancias”, cierra.