Con una crisis del sector automotriz nacional a cuestas, para Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de AMDA, pensar en un desarrollo de la electromovilidad en el país es hoy una posibilidad muy lejana. 

Para que esto suceda, afirma que debe cambiar el rumbo de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, alineándose con la producción estadounidense y de otras potencias. 

“Los autos eléctricos siguen siendo un segmento de nicho en el país. Estamos en un estado de atraso”, advierte Rosales en diálogo con Portal Movilidad. 

Y agrega: “Atendemos puntos muy primitivos de la agenda automotriz para aspirar a una movilidad eléctrica en México».

En ese sentido, enumera dificultades como una escasa inversión en el transporte público y una amplia permisividad para el ingreso de vehículos usados al territorio.

Estos problemas se suman a la crisis en el sector automotriz, acarreada desde 2017, cuyas ventas caen considerablemente. 

Hoy, con el Gobierno de Joe Biden apuntando a que la mitad de los vehículos eléctricos adquiridos para 2030 sean eléctricos, a México le urge subirse a la carrera de la electromovilidad.

“Esta decisión marca definitivamente el rumbo que tendrá la industria que esté participando en el mercado norteamericano”, acentúa Rosales. 

México es uno de ellos. Cabe destacar, que el 85% de la producción local de vehículos es comercializada en el exterior: el 76%, en Estados Unidos, y un 7%, en Canadá. 

“Sí o sí, la industria automotriz en México tiene que pasar en muy breve plazo a manufacturar vehículos eléctricos», enfatiza. 

Por último, uno de los temas que no puede pasarse por alto es el de los precios que imperan en la producción internacional de estas unidades.

“La manufactura mundial de vehículos eléctricos debe llegar a un punto de inflexión con los costos de fabricación y venta de los vehículos compactos a combustión interna”, subraya la autoridad de AMDA.

Después, observa: “Pensar que la mayor parte de los consumidores de autos pueden adquirir un vehículo eléctrico en las condiciones actuales de precios no es realista. Sin embargo, al menos, se abre una oportunidad con el crecimiento de la participación de los vehículos híbridos”. 

Para enfocar el norte, para Rosales las medidas deben estar bien dirigidas desde la máxima autoridad, con quien no ve un futuro prometedor.

“No hay de parte del presidente, en la gran mayoría de las decisiones, un análisis costo-beneficio. La parte técnica no es algo a lo que le dé importancia, la mayor parte de sus decisiones son impulsivas”, concluye el presidente de AMDA.