México | Hidrógeno
martes 31 de mayo de 2022
Hoja de ruta «predice» futuro del transporte pesado a hidrógeno verde en México
Como muchos países de la región, México apuesta también a un transporte cero emisiones basado en este energético, el cual está tomando amplia popularidad en el segmento de los vehículos de carga.
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Con el objetivo de promover la inversión en hidrógeno verde y desarrollar esta industria para descarbonizar la economía nacional, la Asociación Mexicana de Hidrógeno socializó un nuevo estudio en el Congreso Mexicano del Hidrógeno. 

El documento se enfoca en siete segmentos con mayores emisiones de gases de efecto invernadero en el país, entre los que se encuentra la movilidad, donde podría darse la transición. 

En el caso del transporte, el cambio de tecnología permitiría la sustitución de vehículos a diésel y gasolina por hidrógeno verde en autos, autobuses y camiones de carga privados. 

“Ya hay vehículos a hidrógeno, como tracto camiones o buses, en circulación en algunas ciudades europeas. Ya no se trata de una idea o un deseo. La descarbonización industrial comenzó y hay varios proyectos en marcha”, advierte Israel Hurtado, presidente de la Asociación.

Considerando datos registrados en el 2019, el uso de este energético dará como resultado el ahorro de 136 MTon de dióxido de carbono. Sin embargo, el nivel de complejidad para implementar este cambio al transporte es el más alto. 

De hecho, se estima que el hidrógeno verde podría comenzar a dar sus primeros pasos en la industria a finales de esta década, aumentando a partir de entonces hasta consolidarse en 2050 aproximadamente. 

Para la creación de una hoja de ruta, se definieron cinco líneas de acción: una estratégica, regulatoria, económica, tecnológica y de infraestructura, y ambiental y social. 

Se llevó a cabo un taller con más de 20 stakeholders para diseñarla. Entre los principales hitos, dentro de la cuarta línea de acción, se encuentra el de “desarrollar nuevas aplicaciones para el hidrógeno verde, como en la movilidad”. 

Este, asimismo, se trata de un desarrollo a largo plazo. Compartiendo esta misma línea, hay otros objetivos de corto y mediano plazo. 

En el primer caso, se engloba a los estudios técnicos de competitividad del energético y la evaluación de las oportunidades de fabricación nacional de componentes y equipos. 

Para el segundo, se contempla el apalancamiento en infraestructura existente para una transición con capex mínimo y el reacondicionamiento de la red de gasoductos para hidrógeno. 

Las ciudades mexicanas no pierden pisada

Así como organizaciones están encontrando el futuro en el hidrógeno verde, algunas ciudades tienen a este vector muy presente en sus planes. Puebla es ejemplo de ello. 

De hecho, la Agencia de Energí realizó una serie de investigaciones que determinaron que las características del sitio le permitirían al Estado alimentar a casi medio millón de autobuses o 23 millones de vehículos de pasajeros, si destinase todo su potencial de generación de hidrógeno verde a la movilidad. 

Para llegar a estos números se debe tener en cuenta que hoy Puebla tiene un potencial máximo de producción de hidrógeno de 9.850 k-toneladas por año, dado que es capaz de realizar una generación fotovoltaica de 400 mil gigavatio-hora (GWh) por año más 102 GW/h adicionales de energía eólica. 

 

 

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