México | Infraestructura de Carga
viernes 14 de mayo de 2021
Hay gran potencial de negocio pero falta la tarifa: el diagnóstico de ABB para optimizar infraestructura de carga
Aunque el país ya cuente con más de 3 mil puntos de carga públicos, uno de los principales desafíos que al momento resta que el Gobierno resuelva es la falta de una tarifa para la carga de vehículos eléctricos para viabilizar las inversiones.
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Si bien el país del norte es uno de los que más cargadores en espacios públicos y semi-públicos tiene para “calmar la ansiedad de rango”, la movilidad eléctrica aún no se ha masificado y una de las principales barreras se considera que es la falta de una tarifa eléctrica.

Una de las empresas líderes en el ecosistema es ABB desde donde se comparte el análisis. En este sentido, Alan Nieto, líder de electromovilidad de la firma en México, sostiene: “Nos hace falta principalmente la tarifa para el cobro de la energía para hacer viable los costos en infraestructura”.

En tanto afirma que hasta no tenerla será difícil que inversionistas se involucren, aunque menciona que los fabricantes son los más interesados en impulsar la movilidad eléctrica.

“Ellos han puesto la pauta sobre cuáles serán los vehículos eléctricos que entrarán al país y vamos de la mano al igual que con las empresas de logística que se están mostrando participativos en la transición”, asegura en conversación con Portal Movilidad.

En gran parte esto también se debe por el impacto de la pandemia en el ecommerce. No obstante, el “freno” no es solo para ese segmento sino también para automóviles particulares.

En esta línea, Nieto analiza: “Es sabido que todos tienen que pagar por el consumo, pero todavía no se encontró un modelo de negocio rentable. Es diferente con las flotillas porque hacen contratos con las comercializadoras de energía”.

En este contexto es que la Secretaría de Economía recibe asesoramiento de la GIZ para el establecimiento de las regulaciones correspondientes y que sea con condiciones equitativas para todos los involucrados.

Por su parte, la Secretaría de Energía en conjunto con el Instituto Mexicano del Petróleo están liderando la transición a la movilidad eléctrica un plan de cara al 2035, 2040 y 2050.

“Hemos participado en diferentes reuniones y llevamos varias propuestas. Una está relacionada al precio del estacionamiento, es elevado, por lo que para esos actores es costeable brindar el servicio se recarga gratuito dado que se dosifica con el ingreso de todos los vehículos”, asegura el representante de ABB México.

Otro modelo es el de “publicidad o patrocinador” donde los espacios podrían ser brandeados y para demostrar que determinada empresa apoya la movilidad eléctrica. La Comisión Federal de Electricidad (CFE), en este caso, y los proveedores de infraestructuras deberían dejar los productos y servicios a un bajo costo.

En ese orden de ideas opina: “Debemos coordinar entre todos para que los vehículos que ingresen sean compatibles con la base instalada que corresponde en su gran mayoría al tipo 1. Nuestro abanico de productos es muy amplio, desde carga lenta a últrarrapida así como la gestión de comunicación y cobro”.

Transporte público

“A diferencia de otros países de Latinoamérica, la electromovilidad en lo público renació con los vehículos conectados, con el trolebús”, indica Nieto.

La tecnología destaca en costo-eficiencia, se presenta más económica, no así en lo relacionado al mantenimiento comparado con unidades eléctricas no conectadas, pero es un aspecto que se sigue investigando.

Otra solución que se presenta es la carga de oportunidad con pantógrafo, producto que utilizan con Volvo a nivel mundial.

Al respecto, ejemplifica: “El circuito del vehículo es de 250 kilómetros y la autonomía de 200 entonces a los 150 se realiza una carga de oportunidad y llega al final para la cargar en depósito. Esto se probó en diferentes países de Europa y en México intentamos realizar esta integración”.

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