En una carta redactada con dureza, la EPA dice que el plan del Servicio Postal para hacer que el 10% de su flota de próxima generación sea eléctrica “subestima las emisiones de gases de efecto invernadero, no considera alternativas viables más protectoras del medio ambiente y considera de manera inadecuada los impactos en las comunidades con preocupaciones de justicia ambiental”.

La EPA solicitó una nueva revisión ambiental y dijo que la propuesta actual es una “oportunidad crucial perdida para reducir más rápidamente la huella de carbono de una de las flotas gubernamentales más grandes del mundo”.

Un compromiso del 10 % con los vehículos limpios, “prácticamente sin aumentos en la eficiencia del combustible para el otro 90 %, es claramente incompatible con el plan de Biden de “avanzar con velocidad deliberada hacia vehículos limpios y sin emisiones”, escribió la administradora asociada de la EPA, Vicki Arroyo, en una carta de cinco páginas obtenida por The Associated Press.

Una portavoz del Servicio Postal dijo que la agencia estaba revisando la carta de la EPA.

“Si bien podemos entender por qué algunos que no son responsables de la sostenibilidad financiera del Servicio Postal prefieren que adquiramos más vehículos eléctricos, la ley nos obliga a ser autosuficientes” y considerar los costos, dijo la portavoz Kim Frum.

“El Servicio Postal ciertamente está dispuesto a acelerar el ritmo de electrificación de nuestra flota de entrega si se puede encontrar una solución para hacerlo que no perjudique financieramente a la agencia”, agregó.

En un documento presentado a la EPA, el Servicio Postal dijo que la electrificación total de la flota de 230,000 vehículos costaría $3,300 millones adicionales sobre el plan actual. El dinero para una flota 100% eléctrica está incluido en el amplio plan Build Back Better de Biden de $ 2 billones, pero la propuesta sigue estancada en el Congreso debido a las objeciones de los republicanos y el senador demócrata Joe Manchin de Virginia Occidental.

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Biden se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta en al menos un 50 % por debajo de los niveles de 2005 para 2030, con el objetivo de lograr emisiones netas cero para 2050.

El director general de correos, Louis DeJoy, un aliado político del expresidente Donald Trump, supervisó la decisión de la agencia de adjudicar el contrato del camión a Oshkosh Defense, con sede en Wisconsin. DeJoy, cuyo liderazgo en el servicio de correo ha sido objeto de críticas debido a los retrasos en las entregas y otros problemas, aseguró al Congreso el año pasado que la agencia solo podía permitirse el lujo de hacer que el 10% de la nueva flota fuera eléctrica.

Brenda Mallory, presidenta del Consejo de Calidad Ambiental de la Casa Blanca, le mencionó a DeJoy en una carta el miércoles que tiene “graves preocupaciones” sobre la revisión ambiental que realizó su agencia. Como agencia independiente, el USPS está sujeto a la Ley de Política Ambiental Nacional y podría enfrentar un recurso legal del Congreso o los tribunales si toma una decisión que no está “basada en una base legal sólida”, sostuvo Mallory.

La EPA, en su carta, refirió que el plan del Servicio Postal para reemplazar su antigua flota de camiones de correo y otros vehículos de reparto representa “la mayor adquisición de vehículos federales en el futuro previsible”. tomar la decisión de cómo reemplazarlo es una “oportunidad sin precedentes para que el gobierno federal dé el ejemplo sobre la innovación climática y de energía limpia”, escribió Arroyo.

El Servicio Postal otorgó a Oshkosh Defense $482 millones como inversión inicial para ensamblar de 50 000 a 165 000 vehículos de entrega de próxima generación. La compañía ha dicho que fabricará los vehículos en un almacén reconfigurado en Carolina del Sur, creando 1.000 nuevos puestos de trabajo.

El nuevo vehículo es más ecológico que los modelos actuales, que datan de la década de 1990, pero la mayoría funcionará con gasolina. La flota tendrá características como control de clima, bolsas de aire, cámaras de respaldo y prevención de colisiones. Los camiones también son más altos para que a los carteros les resulte más fácil agarrar paquetes y encomiendas, que han estado representando una parte mucho mayor de sus entregas, incluso antes de la pandemia de coronavirus.

USPS describió el acuerdo como la primera parte de un esfuerzo multimillonario de 10 años para reemplazar su flota de vehículos de reparto.

El Servicio Postal actualizó por última vez sus camiones de entrega de correo hace 30 años, y desde entonces ha habido cambios importantes en las operaciones del servicio. Los volúmenes de correo tradicional han disminuido, mientras que el servicio ahora entrega millones de paquetes de minoristas en línea como Amazon que no existían cuando se introdujo el vehículo de correo anterior.

Los camiones de correo constituyen casi un tercio de los vehículos del gobierno federal. Una flota electrificada ahorraría alrededor de 135 millones de galones de combustible por año, indicó Adrián Martínez, abogado del grupo ambientalista Earthjustice. Instó a la administración de Biden a “jugar duro con este contrato”.