Fuentes oficiales confirman a Portal Movilidad que la presentación de las recomendaciones elaboradas por el Grupo de Trabajo para la Electrificación del Transporte se llevará a cabo “a principios del 2023”. 

Se trata de uno de los documentos más importantes para la movilidad eléctrica en el país de carácter público, junto con la hoja de ruta binacional para la electrificación del transporte presentada durante la COP27 y la estrategia nacional de electromovilidad, que espera su presentación por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). 

Este Grupo de Trabajo funcionó durante 10 meses, incluyendo a más de 160 actores, 20 empresas, diferentes órdenes de Gobierno y las principales universidades del país que participaron de manera activa en este proyecto.

Los trabajos del GTE se han dividido en dos partes, en las que se han coordinado sesiones de trabajo bajo cinco ejes temáticos: Innovación, Capital humano, Desarrollo de proveedores, Desarrollo de infraestructura y Estructuras de gobernanza. 

La primera parte se enfocó en la elaboración de un diagnóstico con obstáculos y oportunidades.

La segunda fase consistió en la elaboración de recomendaciones sobre los obstáculos identificados. Al igual que la primera parte, se celebraron reuniones bajo los ejes temáticos mencionados: Capital Humano, Innovación, Desarrollo de Proveedores,  Infraestructura y Gobernanza.

En relación a estos puntos, Jorge Jiménez, exresponsable del grupo, marcó las preocupaciones reflejadas en el material que espera ser dado a conocer por el canciller Marcelo Ebrard. Entre ellas aparecen: 

• La puesta a punto de la red eléctrica. 
• La articulación de la industria automotriz con empresas de telecomunicaciones. 
• La necesidad de cambio de currícula de las instituciones educativas para la formación de profesionales. 
• Salarios y participación de mujeres en la cadena de producción. 
• Falta de normas para apoyar la transición. Por ejemplo, la homologación de cargadores. 
• Comenzar a desarrollar una cadena regional de desarrollo de proveedores.

En relación a su implementación, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se esboza cuáles son los retos que quedan por delante. 

“En un momento tan disruptivo para la industria automotriz, el gran reto es la coordinación. Es ponernos de acuerdo con la academia para acordar la currícula, con la industria y con el interés de política pública del Gobierno”, describe el exjefe del GTE, quien trabajó dentro de la órbita de Iker Jiménez, Director General de Impulso Económico Global (SRE). 

Y agregó: “La alineación de intereses en la triple hélice es clave. La costumbre diplomática de la cancillería de sentar a todo el mundo en la mesa ya es un gran paso”. 

En ese sentido, desde el Gobierno se pretende implementar las recomendaciones identificadas en el Grupo de Trabajo en colaboración con los actores involucrados en el proyecto y los tomadores de decisiones a nivel federal.