El ministerio de Energía y Minas trabaja en un plan que incorpora vehículos eléctricos en flotas de distribuidoras y generadoras de energía. 

Si bien aún el proyecto no se ha terminado de definir, se apuntaría a una renovación del 20% de la totalidad de vehículos. 

El foco está puesto principalmente en las distribuidoras, considerando que tienen un parque automotor más amplio marcado por sus actividades diarias. 

“Dentro de los próximos dos meses, podríamos comenzar a recibir instrucciones precisas sobre cómo proseguir en la compra de unidades eléctricas”, adelanta Alfredo Samaniego, gerente general de la Empresa Eléctrica Regional del Sur (EERSSA), en diálogo con Portal Movilidad. 

La compañía, que es mayoritariamente estatal y reside en Loja, posee una flota aproximada de 91 vehículos. Pese a que la idea del Gobierno entusiasma a sus empleados, también genera cierta incertidumbre. 

“En cuanto a vehículos administrativos no tenemos mayores preocupaciones. Son vehículos pequeños que transitan en la ciudad y no tienen una carga de trabajo pesada. Ese lado no nos inquieta”, asegura Samaniego. 

Sin embargo, aclara: “De los vehículos que tenemos, aproximadamente 65 son camionetas. Es decir, más del 60% del parque automotor son unidades 4×4. En el mercado no hay una oferta muy importante de ellas en versión eléctrica”. 

Estos vehículos son clave para las actividades de la firma, considerando los largos y complejos tramos que se debe atravesar en zonas rurales. 

Al mismo tiempo, cabe agregar que en muchos puntos zonales no hay instalación eléctrica necesaria para cargar el vehículo. 

“También hay que tener en cuenta la inversión, dado que debería financiarse con presupuesto propio de la empresa. Sería bueno que se trabaje a la par con organismos multilaterales para facilitar un fondo económico”, advierte Samaniego. 

En ese sentido, sostiene que probablemente lo mejor sería comenzar con un piloto pequeño, de dos o tres camionetas, que permita analizar el rendimiento de las unidades. 

“No deja de estar presente el interés por la electromovilidad por dos motivos: conocer cómo se desempeñan estos vehículos y generar en la ciudadanía efectos positivos. A nosotros nos interesa además porque se trata de más energía que vamos a vender”, concluye Samaniego.

Una experiencia con vehículos eléctricos pionera en Quito

Por el momento, la única empresa distribuidora de energía que ya trabaja con la electromovilidad es la Empresa Eléctrica de Quito (EEQ). 

Desde agosto del 2020, la compañía lleva adelante la instalación de electrolineras a lo largo de la ciudad. Su plan incluye una red de once estaciones. 

Estas se distribuyen en Turubamba, Mariana de Jesús, Los Bancos, Machachi, El Dorado, Cumbaya, San Rafael, Centro Histórico, Calderón y Sangolqui.

Entretanto, continúa avanzando con la otra parte del proyecto: la incorporación de vehículos para el trabajo 100% eléctricos. 

El año pasado Milton Balseca, director de Energía y Participación Socio Ambiental de EEQ, aseguró que la empresa adquirió 25 camionetas cero emisiones, que les permitiría renovar su antigua flota.