Este miércoles la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) ha presentado un informe elaborado por Boston Consulting Group titulado Transición hacia el vehículo eléctrico. Observatorio del empleo: Estudio y análisis de la evolución del empleo en el ecosistema industrial de la movilidad eléctrica en España.

Mediante el mismo plantearon una serie de necesidades que deberán afrontarse para que el impulso del vehículo eléctrico genere un impacto positivo en el empleo de la automoción.

De esta manera, sostienen el hecho de que el “impulso al desarrollo del vehículo eléctrico será fundamental para poder influir de forma positiva en incrementar el volumen de producción, captando más modelos de coches y otros vehículos eléctricos para las fábricas españolas”, según expusieron desde la consultora.

Por lo cual, entre las principales tareas a afrontar es el desarrollo de un plan de formación que permita adecuar a los trabajadores a las nuevas necesidades de la industria.  

“165.000 puestos de trabajo necesitarán cualificación específica”, plantea el informe y sostiene que este proceso contará con la participación estratégica no solo del Estado, sino que también de las empresas y las personas

“Esto debe ser una prioridad para anticipar las necesidades de formación que van a darse. Capacitar a los empleados para responder a tiempo a estas necesidades y apoyar a los empleados en su conversión es uno de los mayores retos de la transición de la industria del automóvil”, subraya el informe al respecto.

Siguiendo con esta línea, el planteo de una cadena de valor completa de la batería de propulsión es una deuda pendiente que debe solucionarse pronto.

Hoy en día no existe ninguna planta de fabricación a escala industrial y esto tiene una repercusión en el empleo muy elevada, ya que contar o no con toda la línea de producción genera grandes diferencias.

La industrialización de la reutilización y reciclaje de baterías es otro de los asuntos a abordar para que el impulso del coche eléctrico impacte de manera positiva en las tasas de empleos a nivel local. Esto constituye una fuente potencial de nuevos puestos de trabajo (se podría incrementar casi un 20% el empleo de este sector).

Asimismo, el despliegue de la infraestructura de recarga de los vehículos eléctricos se traducirá en la creación de 17.000 empleos en este sector de actividad, cuestión que será clave para acelerar la transición.

El valor de la apuesta por el  vehículo eléctrico 

Es de público conocimiento ya que a partir de las restricciones a los coches con motores a combustión se llegará a la pérdida y puesta en juego de hasta 29.000 empleos (-8%) en 2030, por efecto de la disminución de la producción y por la deslocalización.

Estos factores solo podrán paliarse gracias a la apuesta por el vehículo eléctrico, debido a que ya se espera que de cara al 2030 el volumen de vehículos eléctricos de batería (BEV) y de vehículos híbridos enchufables (PHEV) alcance el  68% y el 30% restante serán vehículos eléctricos híbridos (HEV). 

De esta manera, sostienen que el aumento de la producción de un 52% al año de vehículos eléctricos con baterías en España se espera conseguir, permitirá contrarrestar las pérdidas en el sector de la automoción gracias a los puestos de trabajo generados en baterías e infraestructuras de recarga.