Sin demasiadas precisiones sobre cómo continuará la segunda parte de la licitación de las rutas de Quito, continúa la incertidumbre en la capital ecuatoriana. Sin embargo, los cuatro oferentes que ganaron el concurso ya tienen sus contratos firmados y se encuentran lo suficientemente respaldados para seguir adelante y comienzan a planear la llegada de sus buses eléctricos.
“Si todo sale bien, en este corredor central el 100% de las unidades deberán ser eléctricas, es decir, 60. Con este número, podemos cumplir con el 10% de los 600 buses, solo que los ponemos en esa troncal donde son necesarios”, explica Ney Jimenez, gerente de una de las asociaciones que ganó el concurso.
Esta no se tratará de la primera experiencia con un bus eléctrico por parte de Jimenez, quien asegura que ya ha probado un bus eléctrico articulado y otro convencional por lo que “se encuentran preparados para saber qué les espera al momento de incorporar la flota eléctrica”.
No obstante, aún se están barajando números y porcentajes que sean más convenientes para las necesidades de las rutas y los pasajeros de la zona en el futuro. Cabe recordar que la incorporación de unidades eléctricas se realizará a partir del segundo año, es decir, del 2023.
“No es un número exacto, es un porcentaje que se establece en función de las necesidades de la ciudad”, aclara y advierte: “Se debe tener en cuenta que a medida que pase el tiempo, la dinámica de la demanda irá variando y estas rutas irán cambiando”.
Respecto al conflicto entre un gran número de transportistas y el Municipio de Quito, en el cual los primeros solicitan que el concurso sea declarado desierto por irregularidades e inconsistencias, Jimenez tiene una postura diferente a la de sus colegas.
“Si el tiempo es demasiado corto para presentarse es una apreciación de quien lo necesite. Yo pienso que fue más que suficiente. Esto lo venimos desde hace trabajando meses atrás con el Municipio”, explica y agrega: “Para nosotros fue más difícil porque nos agrupamos como diez empresas, pero igualmente lo hicimos”.
En cuanto a las quejas por la escasez de respaldo financiero que alegó este grupo de transportistas contrarios al concurso, Jimenez declara: “El Municipio en los pliegos aclaró que garantizará el equilibrio financiero mediante la creación del fondo metropolitano de transporte que será manejado por un fideicomiso. Está escrito”.
Y continúa: “Existe una tarifa para flota eléctrica, que está fijada en 45 centavos. Hoy, por supuesto, no hay equilibrio financiero porque estamos en un momento coyuntural de pandemia”.
“No puedo pedir como ofertante que me digan cuánto van a pagar por un proyecto que no hemos desarrollado y que no sabemos cuánto va a costar. Hay que implementar los planes, ver cuánto costarán y ahí encontrar un equilibrio financiero. A este se llegará con la tarifa al público más el aporte que el municipio hará, como lo dicen los pliegos de la licitación que aclara que las autoridades aportarán la diferencia necesaria para llegar a un equilibrio”, cierra Jimenez.
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