Emmanuel Macron, presidente de Francia, presentó su plan de 30.000 millones de euros de inversión para la modernización económica del país. Una de los pilares sobre los que se basa esta esta iniciativa afecta de lleno a la industria del automóvil y concretamente a la movilidad eléctrica puesto que el fin de la estrategia es fabricar, para 2030, dos millones de vehículos eléctricos e híbridos en su territorio.

Francia persigue reducir las emisiones de CO2 de sus fábricas en un 35 % entre 2015 y 2030. A día de hoy, con las políticas y la estrategia llevada a cabo, tan solo se consiguió una reducción del 4 %. Con el título ‘Francia 2030’, Macron, habló del plan para relanzar, tras años de declive industrial, a la segunda economía de la Unión Europea.

La estrategia está dirigida principalmente a fortalecer la competitividad industrial de Francia y desarrollar tecnologías futuras. Durante cinco años el país galo invertirá en sectores como los vehículos eléctricos, las energías renovables, los semiconductores y la robótica.

De toda la inversión, 4.000 millones irán al sector del transporte hablando el presidente francés de dos millones de coches eléctricos e híbridos para 2030 producidos en Francia. La principal iniciativa que aumentará el desarrollo industrial será las tres Gigafábricas francesas de baterías.

Recientemente, Renault creó un centro de producción de vehículos eléctricos en el norte de Francia, y Stellantis tiene un proyecto conjunto de fabricación celdas de batería con Total que tiene como fin fabricar una Gigafábrica en Francia.

Además, el ejecutivo de Macron es uno de los más generosos de Europa en sus incentivos a la compra de vehículos eléctricos. En mayo de 2020, el gobierno francés presentó un presupuesto de 8.000 millones de euros de forma que los compradores pueden aspirar a obtener hasta 10.000 euros de descuento en el precio final de un vehículo 100 % eléctrico.