Schaefer afirmó que en la próxima década la marca VW reducirá el número de modelos en oferta y aumentará el margen de beneficio de todas las marcas de volumen -Volkswagen, SEAT y Skoda, y los vehículos comerciales- hasta el 8% en 2025.

Sus comentarios se hacen eco de otras figuras de la alta dirección del fabricante de automóviles alemán que también han presentado planes para racionalizar la producción y mejorar la productividad en su lucha por dominar el mercado de los vehículos eléctricos.

Las marcas premium, como Audi y Porsche, impulsaron los resultados del Grupo en el primer semestre, con un aumento del 51% en el beneficio operativo de Audi y del 22% en el de Porsche, frente a una caída del 8% en las marcas de volumen de Volkswagen.

La marca de turismos obtuvo un margen operativo del 5,6% en el primer semestre, frente al 3,4% del mismo periodo del año anterior, según Reuters.

Reunir los vehículos de las marcas de volumen en la misma fábrica ahorra costes, dijo Schaefer: «Históricamente tenemos muchos residuos en el sistema que podemos eliminar».

La marca VW también cambiará su enfoque de producción, pasando de concentrarse en un único modelo por fábrica a «pensar en plataformas», anunció Schaefer, utilizando el mismo diseño básico para diferentes modelos para permitir economías de escala.

Esto, combinado con la estandarización de la química de las baterías, es la clave para lograr el objetivo del fabricante de producir un vehículo eléctrico de gama baja por 25.000 euros o menos, dijo Schaefer.

«Si hay entre 30 y 40 formatos diferentes de celdas y paquetes de baterías, es inmanejable. El objetivo es un estándar claro en todas las marcas y una escala completa», destacó el director ejecutivo.

«La única empresa que puede escalar en este territorio en este momento somos nosotros».