Con ánimos optimistas y bajo el lema “vamos a prepararnos para lo peor, pero vamos a esperar lo mejor”, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) reconoce que el próximo año pondrá sobre la mesa una serie de situaciones complejas por afrontar.

De esta manera, Gerardo Pérez Giménez, presidente de Faconauto, en diálogo exclusivo con Portal Movilidad España explica cuáles serán las principales tareas  para continuar permitiendo la penetración de la electromovilidad en España.

Así es que sostiene: “Primero que nada debe tenerse en cuenta que si las ventas de coches eléctricos se mantienen a este ritmo tardaremos aproximadamente 433 años en alcanzar las metas impuestas por Bruselas para 2030”.

Las predicciones de cara al próximo año son buenas. Desde el sector automotriz ya se prevé que estos segmentos de bajas emisiones llegan a acaparar el 6,5% del mercado español, pero esto no es suficiente.

Frente a este panorama, debe generarse un cambio de marcha que permita acelerar el acceso a este tipo de opciones.

El representante resalta que el primero de los retos es hacer que la movilidad eléctrica y de bajas emisiones sea accesible para todos. De manera que, desde Faconauto hacen fuerte hincapié en que el Gobierno debe ayudar a equiparar el coste de los coches eléctricos e híbridos a los de combustión, permitiendo así que no solo unos pocos con poder adquisitivo accedan a ellos.

Siguiendo con esta línea, destacan que “debe proporcionar una infraestructura de carga que esté a la altura de lo que se está planteando”.

En estos momentos se han instalado unos 12.000 cargadores para vehículos eléctricos, cuando el objetivo intermedio del Gobierno es contar con entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga para 2023.

Peréz Gimenez considera que otra de las demandas que se han fijado es que las tecnologías avancen al punto de que los coches puedan cargarse mucho más rápido, pero entienden desde Faconauto que esto puede llevar más tiempo.

“Una realidad es que la movilidad eléctrica es buena. Podemos venderla pero a su vez debemos ser capaces de reparar esos coches, mantenerlos y por ello debe capacitarse a los trabajadores del sector para que nadie quede fuera de esta transición”, subraya planteando una nueva arista a tener en cuenta.

En consonancia con esto, sostiene que es primordial que se siga trabajando para que España sea un país atractivo para que los fabricantes quieran fabricar sus  modelos eléctricos aquí.

Finalmente, agrega: “El gran reto de la movilidad eléctrica va a ser competir con Asia, la automoción debe seguir siendo de los grandes puntos fuertes de Europa”.

El escenario podría ser crítico según las especulaciones del representante de Faconauto, ya que las producciones podrían irse a Asia y se correría el riesgo de generar una “desindustrialización”.

Dicho fenómeno ya se ha comenzado a ver en Europa, donde en los últimos 15 años se ha pasado de un total del 32% de la industria mundial a tan solo el 18%.