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jueves 25 de noviembre de 2021
Fabricantes de vehículos eléctricos afinan su estrategia para resguardarse de la suba del litio
Los consumidores de litio se anticipan a los pronósticos y quieren asegurarse contratos de abastecimiento de largo plazo ante escasez del metal.
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Los consumidores de litio que suministran baterías para vehículos eléctricos están buscando contratos de más largo plazo con los productores, para asegurarse el abastecimiento durante el mayor tiempo posible en un mercado en el que la escasez ha impulsado los precios a máximos niveles vistos en los últimos tres años.

El carbonato de litio en China, un material clave usado para fabricar baterías recargables que tiene un precio de 197.500 yuanes (US$30.940) la tonelada, subió 276% desde principios de este año, debido al auge de la demanda junto con la aceleración de las ventas de vehículos eléctricos.

La empresa australiana Pilbara Minerals acaba de vender su litio procedente de roca dura, o espodumeno, a US$2.350 la tonelada, lo que supone un aumento del 88% respecto de los US$1.250 de la subasta de julio.

El aumento de los precios convenció a los consumidores de litio, sobre todo en China, país que domina la cadena de suministro de los vehículos eléctricos, de la necesidad de amarrar el suministro con contratos que, en algunos casos, llegan a los tres años.

Los precios fijos para la duración del contrato son ahora poco frecuentes en comparación con años anteriores. Las negociaciones suelen empezar en septiembre y octubre y concluir en noviembre y diciembre.

“Los precios han subido más de un 230% en lo que va de año, en realidad por la falta de material disponible”, refirió Caspar Rawles, analista de Benchmark Mineral Intelligence. “Como resultado, la gente está dispuesta a firmar contratos a más largo plazo, hasta 2022”. Los contratos de espodumeno para 2022 están arrancando en torno a los US$1.500 la tonelada para el inicio de 2022, dicen fuentes del mercado del litio.

Más de la mitad del litio del mundo se usa para fabricar baterías recargables, que también se usan en teléfonos móviles y computadoras portátiles. El resto se emplea en industrias que fabrican vidrios, cerámica y productos farmacéuticos.

La subida de los precios animó a algunos mineros a reanudar la producción o a acelerar nuevos proyectos, lo que eleva la probabilidad de que los precios sean víctimas de un aumento de la oferta de litio.

Pero el largo proceso de calificación química, los retrasos en los proyectos mineros y la falta de inversión en nuevos proyectos en los últimos años hacen improbable un exceso de oferta significativo, según analistas.

Los cinco mayores productores del mundo, entre los que se encuentran Albemarle y SQM, representan en conjunto cerca del 50% de las ventas mundiales de litio.

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