La prueba con un bus eléctrico de Volvo rodando por las calles de León ha llamado la atención de empresas internacionales que ya demostraron interés por realizar sus propios tests en la ciudad mexicana. 

Sin embargo, para que la movilidad eléctrica continúe desarrollándose, las autoridades locales ven necesario un fuerte apoyo por parte del Gobierno nacional, el cual hasta el momento no ha existido. 

“Estamos negociando más pruebas de buses eléctricos con otras marcas ya que ellas han manifestado también su interés de probar sus unidades en León, como la española Irizar, las chinas BYD y Yutong y la alemana Mercedes Benz”, señala Daniel Villaseñor a Portal Movilidad, quien es Presidente del Consejo de Administración de Transportistas Coordinados de León y del Organismo Administrador Pagobus, y además encabezó la iniciativa. 

En consecuencia, la idea es sumar proyectos similares a la prueba de 50 días que se encuentra realizando Volvo en la actualidad y sumar más opciones de marcas para que los actores interesados en la electromovilidad puedan tener un mayor espectro a la hora de elegir. 

De esta manera, el Estado está dando el puntapié inicial para alcanzar su plan a largo plazo: lograr la renovación total del parque vehicular de 1.750 autobuses de combustible fósil para que sean eléctricos y encontrar una fuente de alimentación originada en energías verdaderamente limpias. 

No obstante, para alcanzar este ambicioso objetivo, para Villaseñor es necesario establecer un modelo de negocios rentable para el transportista donde exista la participación y respaldo por parte de las autoridades federales, teniendo en cuenta los costos que también implicaría una red de carga en el territorio. 

“En este momento, no hay forma de que el modelo económico para acceder al bus eléctrico sea rentable”, indica Villaseñor, que agrega: “El esfuerzo a nivel federal es muy pobre y retrógrado, aunque hablando del sector estatal y municipal el apoyo ha sido extraordinario y sobresaliente pues han estado pujando para ayudarnos”. 

En ese sentido, Villaseñor explica que en estos casos deben adoptarse los diferenciales en los costos, hecho que allí no sucede dado que no reciben ningún tipo de subsidio para la operación del transporte público. 

“Incorporar autobuses eléctricos en la actualidad es un rotundo no porque no habría manera de hacerlo. Necesitamos que los Gobiernos nos apoyen con subsidios a fondo perdido para que la adquisición y la operación de este tipo de tecnología se lleve a cabo y poder tenerla circulando en las calles de nuestra ciudad”, advierte. 

Y cierra: “También estamos a favor de seguir impulsando el tema de las granjas solares, para poder inyectar energía limpia a la red y a estas unidades. Sin embargo, con las políticas públicas actuales no es posible”.