En el marco de la espera de la aprobación final de la normativa europea que pone fin a la venta de motores a combustión a 2030 y 2035 se ha comenzado a fijar el foco en el impacto de dichas medidas en el escenario local. 

Una vez que el Parlamento de luz verde a las metas, España contará con la aplicación directa del reglamente, pero deberá adecuar la Ley de Cambio Climático a las nuevas disposiciones. 

En ese sentido, la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), en diálogo con Portal Movilidad España, propone que se aproveche esta oportunidad para definir con mayor ambición las políticas nacionales. 

“Esta prohibición es sólo para los vehículos nuevos, no para los de segunda mano, por ello las ciudades y regiones deberían comprometerse con limitaciones progresivas de circulación a todo el parque móvil contaminante en la próxima década», sostiene Cristian Quílez, responsable de transporte y movilidad de la organización.

A lo que agrega: «Si queremos avanzar en la descarbonización del sector y disfrutar de una buena calidad de vida en entornos limpios y saludables”.

Desde su lugar, nota que se deberían desplegar políticas progresivas que fueran adecuando la movilidad urbana y guiando a la ciudadanía hacia un escenario de cero emisiones.

Es así, que lo primero que debería hacerse es repensar la implementación de Zonas de Bajas Emisiones, bajo un concepto “coherente” a estas metas.

Es así que propone: “Debe establecerse un lineamiento para que, al llegar el 2028 o 2030, sólo puedan acceder los automóviles de cero emisiones (reales). Posteriormente, extendiendo esta medida a toda el área urbana”. 

Las actuaciones de este tipo denotan un compromiso con la limitación de la circulación de vehículos de combustión interna e irán allanando el camino hacia la prohibición de su venta en 2035.

Asimismo, desde ECODES se afirma que esto facilita la renovación del parque, el estímulo del transporte público y otros sistemas de movilidad activa.

Todo esto “garantizarían la descarbonización de esta parte del transporte en la fecha prevista a 2050”.

Actualmente desde la organización se encuentran en un trabajo de promoción de la apuesta por los coches 100% electrificados en las diferentes ciudades y regiones españolas. 

En sus diálogos con los Gobiernos locales buscan impulsar a aplicar fechas para limitar la circulación de los segmentos más contaminantes, siempre y cuando, comprenda las competencias que se tengan atribuidas a cada nivel. 

Mientras que por parte de las administraciones notan respuestas positivas y una interlocución constante, temen en el desafío que se impone tras el rechazo frontal por parte de determinadas asociaciones de la industria (fabricantes y concesionarios).

En este contexto de dificultades en sus tareas cotidianas de promoción, se topan con los altos precios de los vehículos eléctricos que genera incertidumbre y rechazo entre la ciudadanía.

Como así también, la evasión por parte de representantes públicos de los ámbitos regionales y locales, no se escapa de los desafíos a los que se está enfrentando ECODES. 

“Hoy en día la cercanía de las elecciones y la impopularidad que tiene la adopción de compromisos de este tipo, suponen un verdadero desafío para el fomento de la electromovilidad”, explica Cristian Quílez.