“Nos queda una brecha muy importante por sobrellevar de 248 comunas que hoy no tienen la posibilidad de poder acceder a ningún cargador y en eso estamos trabajando”, reveló Javier Contador Labbé, profesional de electromovilidad de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE).

En el marco del Taller de Movilidad Eléctrica Comunal se expresó que se debe entender la carga pública para vehículos eléctricos como un servicio y un beneficio para las comunas, para sus habitantes, visitantes y trabajadores.

Y en este sentido, hay un rol importante de los municipios ya que están facultados para permitir o no el uso de los espacios públicos para la instalación de estaciones de carga. Es decir, que están involucrados en la toma de decisiones y participan -al menos de manera indirecta- en el fomento y la planificación de la infraestructura de carga pública.

“Es muy importante que empecemos a tomar decisiones estratégicas en la línea de decidir si queremos habilitar estos puntos de carga en espacios públicos y dónde”, referenció Javier Contador.

Y argumentó: “En comunas que son turísticas valdría la pena habilitar algunos puntos de carga para que en un futuro los usuarios puedan acceder y sea interesante visitarlas”.

La cuestión de un centralismo y un desarrollo tecnológico más temprano en las capitales, es un tema que fue puesto en debate hace algunas semanas en la XVI Cumbre de Movilidad Eléctrica.

La diferencia existente entre cantidad de puntos de cargas en las regiones centrales de Chile comparadas con las más septentrionales o australes del territorio es muy amplia según los datos estadísticos que aporta la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) en su reporte.

No obstante, este centralismo no tiene que ver con la falta de intenciones de desarrollar infraestructura de carga en regiones sino más bien con un pensamiento radicado en el país relacionado a la centralidad de Santiago y la potencialidad de la ciudad como un foco de desarrollo.

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En los permisos de circulación de vehículos medianos eléctricos también se observa una brecha. Si bien no significa que estas unidades circulen exclusivamente en la región donde se matricularon, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a junio de 2022 la diferencia es notoria.

Al respecto, se observa que el 83% o 4301 de estos permisos se otorgaron en la Región Metropolitana, 205 en el Biobío, 142 en Coquimbo, 99 en Valparaíso, 72 en Araucanía, 63 en O’Higgins, 58 en Los Lagos, 48 en Ñuble, 44 en Antofagasta y 148 corresponden a otros espacios geográficos.

La AgenciaSE entiende y tiene la perspectiva que se debe avanzar en paralelo con la penetración de vehículos eléctricos y la red de recarga de los mismos ya que la adquisición y entrada en operación de estos vehículos puede tardar días o meses, en tanto, la infraestructura de carga es una obra que puede demorar meses y en algunos casos años.