El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una iniciativa de reforma constitucional a la Cámara de Diputados en materia energética a través de la cual la  Comisión Federal de Electricidad (CFE) sería la encargada de producir y despachar, al menos, el 54% de la energía que se genere en el país.

De esta manera, una vez más, el Ejecutivo vuelve a poner sobre la mesa un tema que ha generado revuelo los últimos meses en el segmento de la electromovilidad, donde un sector alega que dichas políticas afectarán negativamente a la calidad y al precio de la energía con la que se alimentará a los vehículos eléctricos. 

Desde Circutor, igualmente, presentan otra mirada de la cuestión. 

“La propuesta que está presentando AMLO es muy clara en cuanto a la preponderancia que se le está dando a CFE en el rol energético en el país. Esto en el pasado ya funcionó para la CFE y ahora lo que necesitamos ver es cómo se va a aterrizar eso y cómo va a funcionar”, afirma Mónica Samudio, directora general de Circutor México, Centroamérica y Caribe, en diálogo con Portal Movilidad. 

Cabe destacar que entre sus funciones “la CFE, a través del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) – la cual pasaría a formar parte de la CFE – despachará en orden de mérito de costos de producción, sujetándose a los requerimientos de seguridad y confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional”. 

Al mismo tiempo, la CFE se erigiría como un solo organismo del Estado “en forma vertical y horizontal”, por lo que se suprime la separación legal de sus empresas subsidiarias y filiales, aunque se mantendrá CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, CFEnergía, CFE International y CFE Capital. 

Si bien para muchos esto será perjudicial para una generación de energía limpia y accesible, para la representante de Circutor la responsabilidad en este tema no puede recaer únicamente en manos del Estado. 

“Aunque no se ponen metas ambientales muy explícitas, realmente desde la empresa privada tenemos claro que no todo el rol sobre el uso racional de energía depende de la CFE. Por supuesto que es clave la acción del gobierno frente a la promoción de políticas sustentables y ambientales del país, pero aún hay tareas donde podemos reforzar y abogar por un estilo de vida “verde” ya sea empresarial, comercial, o residencial», asegura. 

En tanto hace hincapié en que uno de los casos a evaluar es cuando la CFE  llega hasta las puertas del medidor de las casas o industrias y puertas adentro y las empresas tienen que regir, organizar y gestionar la energía. «Inclusive desde nuestro estilo de vida tomamos decisiones cada día. Tenemos que trabajar en ese sentido y eso puede ser independiente de la política gubernamental o de las penalizaciones que puedan regir, las cuales a propósito son muy altas y pegan en las utilidades de una empresa», menciona. 

Y reafirma: “Podemos esperar mucho más de la calidad de la energía pues depende de los equipos y sistemas de gestión que tengamos. Los ahorros e incremento de utilidades pueden ser claramente suficientes -de inicio- para un retorno de inversión en proyectos de gestión energética. La tendencia global al uso racional de energía, los combustibles verdes o reducción de las emisiones de carbono pueden ser en parte, una tarea para realizar desde el usuario mismo”. 

“Como Circutor estoy parada en una situación ventajosa, en el sentido de que estoy metida con la empresa privada y sumo esfuerzos para trabajar con los centros de carga en alta media y baja tensión, pero tendremos que ver las empresas generadoras privadas cómo van a aterrizar el esquema propuesto por el gobierno porque por ejemplo los permisos irían a depender de la CFE”, advierte. 

Respecto a los proyectos de infraestructura de carga para los vehículos, señala: “Es cierto que hubo una buena participación de la CFE como pioneros en la infraestructura de recarga en México pero nuevos proyectos están detenidos desde hace más de un año. Para los proyectos de infraestructura de movilidad siempre ha habido una disyuntiva de quién debe invertir primero, si el Gobierno, las automotrices, las empresas inmobiliarias, otro tipo de empresas privadas o nosotros como fabricantes de equipos de recarga. Normalmente lo que ocurre es que las empresas eléctricas comienzan con dicha inversión, tal como ocurrió en México. Estoy segura que mientras se revisa, aprueba y se entiende como va a funcionar la propuesta gubernamental, la empresa privada seguirá invirtiendo en la infraestructura para VE. Es una tendencia difícil de parar sobre todo por los muchos beneficios y ventajas para todos los inversionistas inclusive para la misma empresa eléctrica. Ya lo hemos visto en otros países y seguro iremos en el mismo camino». 

Luego, añade: “Si esta propuesta pasa en la Cámara de Diputados, vamos a estar muy atentos para los procesos que va a llevar a cabo la CFE en cuanto a los avances y recursos para la movilidad eléctrica ya que en dicha propuesta no está explícito. Es algo por lo que han pasado todos los Gobiernos y donde ya hemos respondido con nuestro expertiz y tecnología”. 

Y cierra: “Habrá que entender también qué situaciones se van a presentar frente a todos los tratados internacionales, como el de Tokio, las acciones comprometidas con Naciones Unidas que se tienen que concretar para 2030 o los tratados comerciales internacionales. Veremos cómo estaremos parados frente a esto”.

Igualmente, para que la modificación de la Constitución sea aprobada, se requiere que dos terceras partes de la Cámara Baja y de la Cámara Alta estén a favor, y que luego la aprueben la mitad más uno de los congresos locales.