Dado que en México el 80% de la electricidad generada proviene de fuentes fósiles, cada vez más empresas optan por una tercera opción menos contaminante a la hora de migrar sus flotas de vehículos a eléctricos a través de energía solar. 

Teniendo esto en mente, la empresa estadounidense RER Energy Group expandió su mercado hacia la movilidad eléctrica y hoy brinda energía “híbrida” a pilotos de siete proyectos diferentes para compañías agroalimentarias y de logística. 

La firma, que desde 1950 se dedica al desarrollo y financiamiento de energías renovables tanto en Estados Unidos como México y Centroamérica, ante el auge de vehículos eléctricos decidió ofrecer sus cargadores que combinan energía solar y eléctrica. 

“Vimos la tendencia de que varias empresas de grupos de consumo o de logística están migrando sus flotillas a cero emisones”, señala Carla Ortiz Fuentes, country manager de la compañía.

Luego, agrega: “Eso muchas veces lleva a instalar una infraestructura eléctrica y muchas lo hacen por metas sustentables”.

Sin embargo, el origen fósil de la electricidad en el país continúa siendo un contraargumento para apostar por la transición y es por esto que RER ofrece su energía alternativa para carga. 

“Nosotros trabajamos con pilotos híbridos para que posteriormente las empresas puedan hacer una planeación privada hacia una flotilla eléctrica”, explica Ortiz. 

Además de las estaciones de carga híbridas para los vehículos, el servicio consta de un asesoramiento en lo relacionado a la infraestructura, así como también en el área de comunicación y digitalización para que pueda haber una mejor gestión. 

Estas estaciones de carga primero utilizan la energía solar disponible y en el caso de no ser suficiente toman de la red. Cuando esta energía solar no se utiliza, vuelve a almacenarse, 

En consecuencia, es posible contabilizar tanto las emisiones de carbono como los kilovatios hora que se usan para los vehículos.  

Cuando se contrata a la empresa, en principio, debe realizarse un análisis de la carga que se necesita. Al agregar la carga de la flotilla, ésta se adiciona al servicio de energía ya contratado por la empresa. 

En base a esto, se llevan adelante estudios de ingeniería para determinar cuál va a ser la carga eléctrica adicional. Teniendo en cuenta esto y lo que se ocupará de energía solar, se inician todas las modificaciones necesarias a la infraestructura energética. 

“La movilidad eléctrica es una corriente que no va hacia atrás, a pesar de que en algunas industrias pareciera que todavía no hay una incorporación de la misma”, comenta Ortiz.

Y cierra: “Cada vez más empresas líderes a nivel mundial empiezan a tener una porción pequeña de su flotilla que apunta hacia las cero emisiones”.