Pese a las dificultades que pueda representar, el apostar a la electromovilidad permitiría reducir varios costos en el sector del transporte público, entre los que figuran las tarifas que deben ser cubiertas por los usuarios.

Así lo manifestó Daniel Villaseñor, presidente de los Transportistas Coordinados de León, ante un posible aumento en el costo del pasaje del transporte público para el año 2023.

«El deseo de muchos presidentes, lo hemos platicado muchas veces, es migrar a la electromovilidad. Después de la conferencia que dio el canciller, la verdad es que nos dio más certezas sobre hacia dónde vamos a futuro», expresó.

Explicó que, desde hace 22 años, el costo de insumos como el diésel e incluso los salarios han sufrido un aumento; y que, en suma, todo esto ha afectado al sector de manera directa.

«Si nosotros nos vamos al año 2000 con el diésel y todo lo que ha incrementado a la fecha, podemos especular. Ha crecido el combustible cerca de un 70, 80, 90 por ciento. Pero no nada más es eso, también el valor de la adquisición de los automóviles, el salario acaba de volver a incrementarse y esos son costos que inciden directamente», comentó.

No obstante, comentó que la implementación de nuevas tecnologías, visión que se ha arraigado principalmente luego de la visita del canciller, Marcelo Ebrard, usualmente ayuda a reducir costos, brindando autonomía y eficiencia a los sectores donde se aplica.

«Ya está el hito de que tenemos que ir a la electromovilidad, o a otro tipo de tecnología que se descubra, como pueden ser átomos o el hidrógeno. Es decir, son otras fuentes alternativas de energía que se están desarrollando, y si con el tiempo llegamos a ellas, con mucho gusto las vamos a adquirir», afirmó.

El presidente de los Transportistas Coordinados de León advirtió que, de momento, sería imposible hacer uso de estos tipos de energía, dado que no se cuenta con los recursos necesarios para ello, y se depende de otros tipos de subsidios que podrían ser brindados por el Gobierno Federal.

«En este momento la tecnología es muy cara, con el modelo de negocio actual no se puede, no hay manera de adquirir esas unidades y todo el soporte, el mantenimiento, los súper cargadores, el conectarte a la red para la luz. Es toda una tecnología muy pesada», explicó a Milenio.

Finalmente, si bien se está buscando generar las condiciones necesarias para llevar a cabo esta transición, se ha proyectado que no sería hasta el año 2030 cuando el hacer uso de la energía eléctrica en las redes de transporte público será posible.

Esto es porque, con el tiempo, el precio de los insumos podría reducirse, y se contaría no sólo con los recursos económicos suficientes, sino también con las políticas públicas necesarias.