Uruguay | Hidrógeno
lunes 22 de noviembre de 2021
El transporte a hidrógeno verde seduce a inversionistas con el costo más competitivo de Latinoamérica
La movilidad es un punto clave dentro del plan cero emisiones de Uruguay, donde el hidrógeno verde es una de las respuestas más claras para conseguir este objetivo.
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Uruguay finalizó la consultoría sobre hidrógeno verde, realizada por la consultora McKenzie, y antes de fin de año presentará los optimistas resultados. Esta consultoría es el puntapié para desarrollar la hoja de ruta del HV2, en el que la descarbonización del transporte es un punto fundamental. 

“Los números que salen de esta auditoría pronostican que vamos a tener un hidrógeno súper competitivo en la región. Tendremos el mejor precio junto con Chile y Brasil. Es muy auspicioso”, adelanta Marcelo Mula, presidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER) y director de M2G Soluciones, a Portal Movilidad

Y agrega: “De esa consultoría surgen varios tipos de valores y, a partir de eso, descarbonizar el transporte de carretera se demuestra que es viable con proyectos más chicos. De hecho, la primera etapa del hidrógeno en Uruguay sería para el mercado local y para poder usarlo en transporte de carretera, tanto de pasajeros de larga distancia como de carga”. 

En lo que respecta a la producción de H2V, Mula anticipa que ya hay algunas previsiones de inversiones para incorporar energías renovables dedicadas a fábricas para el período 2025-2030 hablando de tres gigavatios de potencial adicional de energías renovables y un gigavatio en electrólisis. 

“Esos números llaman la atención porque son fechas muy cercanas y se trata de inversiones de, por ejemplo, 5 mil millones de dólares en poco tiempo”, advierte.

El H2V está en la mira principal de Uruguay. De hecho, además de esta consultoría cabe recordar que las autoridades gubernamentales junto con el sector privado regresaron la semana pasada de una misión de acercamiento en Europa para realizar intercambios sobre este tipo de energía con el sector público y empresarial. 

De allí, además de entablar colaboraciones conjuntas, tomaron experiencias de Francia, Países Bajos, Italia y Alemania para considerar a la hora de desarrollar un modelo de negocios en el país, que debe tener en cuenta a una amplia variedad de eslabones. 

“Vimos la necesidad de desarrollar un modelo de negocios que involucra en la última etapa al usuario final, por ejemplo, para movilidad de transporte de carga pesada. Sin embargo, ese sería el final del eslabón. En la cadena tenés que recordar hasta la producción de energía renovable para alimentar la fábrica de hidrógeno”, indica. 

Luego, añade: “El negocio tiene una cadena de valor tan amplia que si no te ponés a trabajar con las distintas empresas y definen modelos de negocios en conjunto es muy complicado llevarlo adelante”. 

Esto se plasma en el proyecto piloto H2U, por ejemplo, que ya está en su etapa final y se espera se realice otro a la brevedad. A principios del próximo año, se abrirán licitaciones y, según explica Mula, se necesitarán aproximadamente cuatro empresas distintas que se asocien y realicen ofertas. 

Esto incluye al fabricante del hidrógeno, al distribuidor, al que pone los ómnibus y al comprador final. En este primer piloto, la energía es brindada por UTE, pero en caso de realizarse un segundo proyecto, se necesitará otro productor de energía renovable.

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