La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) ha pedido que los puntos de recarga eléctrica sean interoperables, esto es, que sirvan tanto para coches como para motos y vehículos ligeros -categoría L-, que se agilicen los permisos para su instalación y se mejoren los sistemas de pago.

Durante su comparecencia este martes en la subcomisión parlamentaria sobre despliegue e instalación de infraestructuras de recarga eléctrica, el secretario general de Anesdor, José María Riaño, ha reclamado que la moto y los vehículos ligeros tengan una consideración específica en las políticas de electromovilidad.

A tenor de los datos de la asociación, este tipo de vehículos son los que están alcanzando una mayor cuota de penetración entre los eléctricos puros.

De hecho, el 8,5 % de todas las motos matriculadas en España a lo largo del año pasado fueron totalmente eléctricas.

A raíz de todo ello, Anesdor ha pedido que los puntos de recarga sean interoperables, y ha abogado por que se extienda la disponibilidad de los enchufes de tipo doméstico.

Y es que no todas las motos están preparadas para los conectores que utilizan los turismos ni disponen de baterías extraíbles para ser intercambiadas en puntos específicos, cuyo desarrollo -han añadido- también debería estar previsto en las regulaciones de las infraestructuras.

En esta última reunión de la subcomisión del Congreso también ha participado la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), que ha informado de que un 25 % de los puntos de recarga eléctrica en estaciones de servicio de sus compañías socias no están operativos por problemas de permisos o legalización.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ultima ya una orden ministerial que introducirá cambios en el proceso de autorización para la instalación de estos puntos de recarga, con el objetivo de permitir una mayor agilidad administrativa.