Latam | Opinión
viernes 03 de julio de 2020
El rol del consumidor en la movilidad eléctrica
Diego Cosentino Especialista en Movilidad Sostenible | E-Mobility.
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Decidir la compra de un vehículo eléctrico para uso particular requiere de diversos aspectos, donde el conocimiento del consumidor cumple un rol determinante.

Sabemos que potenciales usuarios plantean diversas dudas sobre  autonomías, precios, reposición de carga, tecnologías, mantenimiento y vida útil de las baterías., ente otras. Por lo cual existe una necesidad de información que debe ser impulsada por el sector público y privado con el fin de dar más señales al mercado sobre las ventajas de los vehículos cero emisiones.

Al margen del involucramiento de los gobiernos para lograr un proceso gradual en la electrificación del transporte a través de políticas de incentivos, regulaciones,  etc., es relevante transmitir al consumidor temas relacionados con la innovación tecnológica, ventajas económicas de mediano plazo, opciones de carga, cambios de hábitos en el uso y conducción.

Asimismo el interés podría ser mayor al considerar algunos estímulos para incentivar la compra, tales como el acceso preferencial en carriles rápidos y zonas restringidas, descuentos en peajes y estacionamiento, rebajas en las tarifas eléctricas, exenciones en el pago de patentes, etc. Por otro lado la experiencia directa de conducción a través del test drive significa un paso más a la hora de decidir la compra. El ofrecimiento del servicio de instalación de carga domestica como valor agregado, podría cubrir una de las necesidades del usuario que busca adquirir por primera vez un vehículo eléctrico.

Por otro lado una de las barreras asociadas a la compra de los VEs es el llamado range anxiety, la ansiedad causada por el temor a quedarnos sin carga en la batería. Para muchos consumidores, la preocupación por la autonomía se acentúa cuando existe falta de experiencia y de información, especialmente al momento de hacer la comparación con un vehículo a combustión.

En cuanto al precio de compra hoy en día el consumidor lo percibe alto sin tener en cuenta el ahorro que puede suponer a lo largo de su vida útil. Esa desinformación también juega en contra. Incluso en muchos casos existe el mito que son vehículos accesibles solo para personas de altos recursos. En ese sentido tener en claro el costo total de propiedad es fundamental., especialmente cuando se espera que el precio de las baterías disminuya a aproximadamente 100 $/kWh durante el año 2025. En el corto plazo los compradores ya no serán early adopters, sino clientes que valorarán las ventajas de los eléctricos frente a los de combustión, que cada vez mas tendrán restricciones a la circulación en las grandes ciudades.

En cuanto a otro mercado potencial, las nuevas generaciones con mayor conciencia ambiental, comienzan su adopción a través del uso de la movilidad compartida como ser monopatines, scooters y bicicletas eléctricas, entre otros.

En resumen, crear la confianza a través de los atributos de la movilidad eléctrica dirigida al público en general sobre la importancia de este cambio tecnológico en la industria automotriz, es sumamente relevante para acelerar los procesos de transformación que incluyen cambios de hábitos y que contribuyen a la reducción en las emisiones de CO2.

 

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