España | Infraestructura de Carga
jueves 09 de diciembre de 2021
El precio por recargar un coche eléctrico ha aumentado el 30% en un año
Pese al aumento de la factura por electricidad sigue siendo más barato recargar un coche eléctrico que uno diésel o gasolina
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Con el precio de la energía batiendo todos los récords, cada vez más conductores se preguntan cómo afectará esta situación al precio de la carga de coches eléctricos. La realidad es que, pese a que siguen siendo más rentables que los vehículos tradicionales de diésel o gasolina, en el último año se ha producido un aumento medio del 30% en el precio de recarga, según datos de la asociación de consumidores FACUA.

La factura de la luz en España no ha dejado de subir en todo el año, con el precio de electricidad en el mercado mayorista batiendo récords cada mes. De este modo, si bien el propietario de un vehículo eléctrico pagaba en febrero unos 1,3 euros en uso nocturno de recarga, con los cuales podía recorrer unos 100 kilómetros, en septiembre la media era de 3,4 euros, según informó El Correo.

Según Emilio Bravo, CEO de la compañía eléctrica Lucera, «el coche eléctrico se ha posicionado como el medio de transporte ideal para lograr un cambio radical en la relación de la sociedad con el medioambiente, pero para ello también es importante que en las cargas se utilice energía procedente de fuentes renovables».

Según explican desde esta compañía, la recarga de la batería del coche eléctrico medio para recorrer unos 100km no cuesta más de dos euros en términos generales. En cualquier caso, no todas las baterías de los coches eléctricos son iguales, ni tienen la misma capacidad, además las variaciones del precio de la luz hacen que sea más complicado dar una cifra estable.

El importe también depende del tipo de recarga que el usuario desee hacer, ya que puede ser normal (5-8 horas), semi-rápida (1,5-3 horas) o rápida (5 a 30 minutos). A medida que el tiempo de recarga disminuye será necesaria mayor potencia e intensidad de carga, lo que encarece la cifra.

«La subida de la factura de la luz no es más que una traba ante el reto de la descarbonización que está provocando un significativo encarecimiento de la movilidad sostenible» afirma Marcos Moure, propietario y fundador de Grupo Moure.

En este sentido, la foto actual no es nada prometedora para que la movilidad eléctrica pueda convertirse en una realidad: se venden pocos coches eléctricos, sigue habiendo unas infraestructuras escasas y un precio de la luz cada día más caro.

«Se están estimando sobrecostes en la recarga de los vehículos que podrían rondar los 300 euros anuales de media, provocando que también la amortización de un vehículo eléctrico tarde más. Según datos publicados por FACUA, en el último año se ha producido un aumento medio del 28,6% en el precio medio para la recarga de un coche eléctrico», detalla Manel Montero, director general de Grupo Moure.

Esta problemática, provoca que, a la hora de tomar la decisión de comprar un vehículo, las familias se hagan demasiadas preguntas en un escenario económico en el que ya van a tener que afrontar un sobrecoste energético en el hogar durante el invierno.

«El incremento continuo que está sufriendo la luz», enuncia Montero, «está poniendo en duda los posibles ahorros que tendrían los usuarios de los coches eléctricos respecto a los combustibles».

Si bien es cierto que un vehículo de cero emisiones tiene un precio de compra superior al de un vehículo de combustión, el gasto en repostaje y/o recarga sigue siendo menor en el primer caso. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estableció una comparativa para constatar este hecho. En su supuesto, se tomaba de referencia un usuario que completa 10.000 kilómetros al año en un vehículo de gama media.

Según sus estimaciones, para alcanzar esta cantidad un coche de gasolina consume 700 litros, un diésel 600 litros y un vehículo eléctrico aproximadamente 2000 kWh en una recarga nocturna en horario valle y bajo tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor).

Teniendo en cuenta el precio de finales del mes de septiembre, la forma de repostaje que ha experimentado una mayor subida respecto a 2020 es la recarga eléctrica (260 euros más), por encima de la gasolina y el diésel, que experimentaron un incremento de 181 y 131 euros, respectivamente.

Sin embargo, incluso tomando como referencia datos de la luz en el peor escenario posible, sigue siendo más barato recargar un coche eléctrico, ya que su coste anual sería de 447 euros, por 775 euros del diésel y 1.006 euros de la gasolina.

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