Con dos redes de carga instaladas en República Dominicana, ABB le presentará su cartera de cargadores al Gobierno, que tiene en mente instalar más de 500 estaciones de carga antes de que finalice el 2022.

“Estimamos tener una participación activa. Ya tenemos todo el portafolio que incluye cargadores lentos, semi rápidos, rápidos y ultra rápidos que podemos aplicar en el país”, destaca Andrés Figueira, product marketing manager e-mobility solution de ABB.

La estación más pequeña de ABB es de 3,7 kiloWatts, la cual es de carga lenta. Dependiendo del tamaño de la batería del vehículo, se puede tardar en cargar una hora. En el otro extremo, se encuentran las de 350 kW, que pueden tardar en cargar un automóvil entre 6 y 20 minutos.

“Estas últimas son las que recomendamos colocar en las autopistas y entre las ciudades”, afirma Figueira, que agrega: “Actualmente, las estaciones de carga lenta públicas son muy limitadas. Entonces, contar con las otras estaciones rápidas es muy útil”.

En ese sentido, la idea de la empresa, a la hora de exponer el catálogo, es ofrecer los modelos de cargadores con mayor potencia, que permiten hacer cargas de vehículos de manera simultánea.

El plan incluye también demostrar “un pack full”, teniendo en cuenta que es una compañía que cuenta con el resto de los elementos que van detrás del cargador. “Si quieren hacer proyectos de almacenamiento de energía, por ejemplo, para las estaciones de carga, tenemos la solución. La idea es ofrecerles el paquete completo para facilitar la movilidad eléctrica en República Dominicana”, explica el empresario.

Asimismo, la compañía piensa a corto, mediano y largo plazo. En consecuencia, aunque destaca la importancia de las cargas rápidas en la vía pública, recuerda que hoy los vehículos cuentan con mayor autonomía que antes.

Entonces, las instalaciones rápidas las recomienda, en especial, en trayectos entre ciudades, “en sitios donde el los usuarios puedan sentirse confiados de ir de un punto a otro sin el temor de quedarse sin carga”.

A su vez, las estaciones de carga lenta o semi rápida van a proliferar, a futuro, en los supermercados, las oficinas, los comercios, etcétera, donde las personas pasen mayor tiempo.

Por último, si bien Figueira observa con buenos ojos el desarrollo de la electromovilidad en el país, considerándolo como uno de los territorios más adelantado de la región, señala que es necesario crear un marco regulatorio que se adapte a las necesidades reales de los actores.

“Como es algo nuevo, no existe una regulación clara de cómo va a ser el servicio que deben prestar estas estaciones o cuánto se debe cobrar”, indica el representante de ABB, que añade que también tienen problemas con los vehículos que llegan de China.

“Los chinos tienen su conector propio, mientras que nosotros tenemos el cargador apropiado. Sin embargo, por cuestiones de normativa, de seguridad y regulaciones de los estándares internacionales no los podemos vender fuera de china. Ese conector no pasa los estándares de seguridad y nos limita a nosotros”, explica Figueira.

Y concluye: “No hay que limitar que vengan vehículos chinos. Lo que se debe limitar es el conector con el que van a venir porque el cambio de conector para el fabricante no implica ningún gasto adicional”.