En los últimos años, el transporte público ha experimentado una suerte de revolución.

No tanto por la resurrección de los tranvías, el tren como forma de contener el cambio climático o los carriles exclusivos para buses, sino por la aparición de los vehículos de movilidad personal tales como patinetes o bicicletas eléctricas.

Solo hace falta asomarse a cualquiera de las principales calles de Barcelona para cerciorarse de su éxito.

Pero incluso fuera de las grandes ciudades también han ganado otra batalla sustancial para el transporte público. Hasta hace poco podía resultar descorazonador vivir en la periferia de la capital catalana y desplazarse en Cercanías.

Es decir, bajarse en pueblo de turno y enfrentarse a una considerable inversión de tiempo en transportes públicos secundarios para llegar a casa. Los vehículos de movilidad personal, sin embargo, cambiaron esta situación y ahora es fácil encontrarse con decenas de personas cargando su patinete en cada tren.

Pero también esto podría cambiar. La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) está estudiando la posibilidad de prohibirlos.

Según ha avanzado el diario La Vanguardia, se está analizando si son necesarias “medidas preventivas para maximizar la seguridad de los pasajeros”.

De hecho, según han explicado fuentes de la ATM, este mismo lunes se produjo una reunión de urgencia para hablar de ello.

En el encuentro participaron los operadores de transporte y las administraciones públicas implicadas.

El detonante que ha llevado a abrir el debate ha sido el incendio que provocó un patinete en un vagón de los ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña hace una semana.

El incendio se produjo cuando el convoy circulaba entre las estaciones de Sant Boi y Molí Nou, y tres personas resultaron heridas y obligó a parar el servicio y desalojar el tren entre dos estaciones.

Por eso, no se descarta, como medida preventiva, la prohibición de llevarlos a trenes, metros, autobuses y tranvías.

Fuentes del consorcio aseguran que Londres sería el ejemplo a seguir, donde los patinetes o monociclos eléctricos tienen el acceso vetado al transporte público de la capital británica desde diciembre de 2021, después de que se registraran varios incendios de este tipo de vehículos.

A pesar de los diversos incidentes provocados en domicilios por baterías de patinetes o bicicletas, donde incluso se han registrado víctimas mortales, el del pasado jueves es el primero registrado en el transporte público en España.

Los vehículos eléctricos en general -y los patinetes en particular- llevan ya tiempo en el punto de mira porque son muy inflamables.

Los bomberos avisan de que “no hay método eficaz para extinguirlos” porque, según apuntan, las baterías eléctricas generan una reacción en cadena que no puede apagarse con los sistemas tradicionales. Por eso también se muestran preocupados por la carga de patinetes eléctricos en casa, según informó La Razón.