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martes 02 de agosto de 2022
El fin del motor de combustión «está bien» pero ¿Cómo deben acompañar las administraciones?
El Concejo de la Unión Europea adelantó la fecha del fin del motor de combustión, aunque la decisión todavía no es definitiva. Los clúster se expresan sobre cómo llegar hacia esa meta.
El PERTE de vehículo eléctrico y conectado puede ser un ejemplo de ayudas para alcanzar la meta.
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Luego de la decisión de ponerle fin al motor de combustión en el 2035 la etapa que sigue es cómo alcanzar la meta. Si bien varias automotrices se han puesto objetivos más ambiciosos, debe existir un plan de las administraciones para llegar a cumplirlo.

“Es una transformación que la industria de automoción ha empezado desde hace años. Debemos ver hacia adelante cómo seguirán las medidas para apoyar a las empresas que vienen haciendo un buen trabajo”, comenta Josep Nadal, Gerente del Clúster de la Indústria d’Automoció de Catalunya (CIAC).

Lo que plantea es que la propuesta del Consejo de la Unión Europea es tan solo una fecha pero se debe prestar atención a cómo se estructura la transición.

En España continúan ayudas vigentes, en específico para la compra, que suponen acelerar la transición y abaratar los costes del vehículo o punto de recarga ¿Alcanza?

El Plan Moves III, es uno de ellos, que se ampliará en 235 millones de euros tras agotarse en la mayoría de las comunidades el presupuesto destinado a la infraestructura de recarga. 

La necesidad de ampliar la dotación del plan de ayudas del Moves III se dejó ver al poco de implantarse. El Moves III, un programa plurianual hasta 2023, contaba con un presupuesto inicial de 400 millones de euros de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

Luego hay otros dos Moves, el Flotas y Singulares. El primero hace que las empresas puedan adquirir “al por mayor” vehículos eléctricos para renovar sus coches, motos, autocares, etc. En cuanto al Singulares, este actúa de forma complementaria al Moves III.

Se diferencian en que el primero de estos se dirige a la selección y concesión, en régimen de concurrencia competitiva a nivel nacional, de ayudas para proyectos singulares que busquen desarrollar tecnología y experiencias innovadoras relacionadas con la movilidad eléctrica.

“Uno de los ejes es entender que los vehículos se dejan de vender pero entonces hay que vender más de eléctricos, por lo tanto tendrán que empezar a bajar de precio”, explica Nadal.

Los expertos en automoción son casi unánimes en sus expectativas de que los precios de los vehículos eléctricos disminuirán y alcanzarán la paridad de precios con los coches de gasolina en los próximos años.

El CEO de Volkswagen, Herbert Diess, prevé la paridad de precios para 2025, mientras que Bloomberg NEF predice que los vehículos eléctricos serán más baratos que los de gasolina «en unos cinco años, sin subvenciones». Es decir, en 2027.

Una vez que la paridad de precios llegue a la mayoría de los tipos de vehículos, los expertos predicen una alteración del mercado a gran escala, con las ventas de coches eléctricos superando las de los vehículos de combustión interna.

La transición en Cataluña

El gerente de CIAC es claro al comentar: “Tenemos un estudio hecho de hace cinco años de riesgo de cómo impactará la electrificación y aquí las empresas vienen cumpliendo muy bien sus deberes”.

Nadal ejemplifica con SEAT quien se ha asociado con el Grupo Volkswagen para crear el PERTE llamado Future: Fast Forward.

El proyecto, que ha contado con la colaboración de PwC, está formado por 62 empresas nacionales e internacionales; el 61% de las cuales son pymes.

La iniciativa está formada por cuatro ejes principales: el primero, liderado por Seat y Volkswagen, aspira a electrificar las fábricas de Martorell (Barcelona) y Pamplona; el segundo es la creación del ecosistema de baterías para coches eléctricos, que engloba desde la extracción del litio en las minas hasta el ensamblaje de baterías.

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