La infraestructura de carga es uno de los ejes pendientes de legislación en el país por lo que resta definir un estándar de conector para la carga de vehículos eléctricos y los actores que intervienen en el sector ya dieron su parecer en el Especial sobre Movilidad Eléctrica en Argentina organizado por Portal Movilidad.

Esta demanda de reglas claras la plantearon Scame y Circontrol.

“Es importante que todos los actores involucrados en la infraestructura de carga podamos sentarnos en una mesa y establecer un protocolo”, explica Francisco Casella, marketing manager de Scame Argentina.

Las palabras de Casella encuentran apoyo en las de Gustavo Risi, gerente para América de Circontrol, quien remarca: “La electromovilidad es un proceso disruptivo e imparable, pero por nuestra posición geográfica y económica vemos la película desde afuera”.

La necesidad de estandarización

“La estandarización de conectores facilita la vida a todos”, sentencia Risi tras mencionar que la elección no solo ofrece reglas claras al fabricante sino también al usuario.

A su vez, destaca l deuda en legislación de la provisión de energía: “Si se determinan tarifas diferenciadoras para cuando un vehículo carga a través de una fuente renovable, habrá un mayor incentivo”.

En sintonía, Casella destaca el caso de los cargadores de corriente alterna, en el que se utiliza el tipo 2 y, para avanzar en esta dirección, señala la importancia de avanzar en un sistema unificado de cobro.

“Es clave que estandaricemos un único modelo para facilitar la vida a los usuarios”, explica poniendo como ejemplo problemático el caso italiano en el cual conviven modalidades por tarjeta, moneda y código QR.

Cargas públicas y en edificios

Entre las reglamentaciones necesarias se encuentran aquellas destinadas a la carga en el hogar, la cual hoy representa más del 80%. En ese sentido, Casella señala que hoy los usuarios pueden encontrarse sin cargadores en su propio domicilio por falta de estándares.

Una opción sugerida por el representante de Scame es aplicar modelos extranjeros como el francés, el cual diferencia por uso –domiciliario, comercial, estatal– y cantidad de lotes de estacionamiento para establecer porcentajes de plazas electrificadas o preparadas para cargadores eléctricos.

Sin embargo, la carga pública también presenta desafíos. Según Risi, se requieren mayores potencias, las cuales incluyen la tensión continua (DC). Esto lleva aparejado un costo de inversión elevado, lo cual precisa de apoyo y reglamentación del Estado.

“Aquella empresa decidida a colocar un punto de recarga en DC debe tener un plazo de amortización lógico que hoy no está considerado por no estar definida la recarga”, manifiesta el experto.

Las declaraciones completas en: