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martes 12 de mayo de 2020
Diagnóstico del Banco Mundial: Hay financiación para movilidad eléctrica pero el transporte público arrastra problemas de fondeo
El organismo de crédito internacional se encuentra analizando programas de crédito para estimular la movilidad eléctrica en Latinoamérica. ¿Cuáles son los obstáculos que enfrenta el sector? La salida del COVID19 obliga el debate sobre los modelos de transporte a adoptar.
Bianca Bianchi, Especialista Senior en Transporte del Banco Mundial.
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Bianca Bianchi, Especialista Senior en Transporte del Banco Mundial, contó que el organismo está estudiando las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte para así dirigir sus programas de crédito hacia los sectores que más requieren inversión en nueva tecnología limpía.

La especialista entiende que la transición hacia una movilidad sustentable es un objetivo vital para el banco en lo que respecta a líneas de crédito pero advierte que aún hay barreras por enfrentar que limitan la velocidad del cambio.

«Financiación existe y hay interés», asegura respecto a propuestas de movilidad sostenible. Pero advierte que «el sector tiene problemas de fondeo, especialmente los sistemas de transporte».

En este sentido, Bianchi señaló: «Nuestra experiencia es que el fondeo y no la financiación es lo más importante» para renovar las flotas de vehículos por nuevos y eléctricos.

Lo dice desde una convicción: «Si vamos a hablar de salud en la ciudad debemos hablar del sistema de transporte público».

Así, pone el acento en la preparación que los actores públicos y privados deben mejorar para facilitar la adquisición de recursos por parte de la banca.

En Latinoamérica, la referente del organismo internacional considera que existen políticas de incentivos a la movilidad cero emisiones pero entiende que «no son suficientes». Por caso, para avanzar hacia buses eléctricos, señala que «tendrán que ser más ambiciosas».

Mientras tanto, resalta que el organismo de crédito se encuentra realizando estudios para medir las emisiones de cada tipo de vehículo en las ciudades.

«Sabemos, y las evidencias muestran que los automóviles y camiones son los vehículos que más emiten; entonces nuestra estrategia sobre la movilidad individual es desincentivar su uso», puntualizó.

En ese sentido valora que «esta crisis abrió muchas oportunidades», poniendo sobre la mesa los efectos que dejó al descubierto sobre el cambio climático las restricciones de circulación que impuso el COVID19.

«Las ciudades que están enfrentando esto de manera inteligente están aprovechando para usar los espacios de movilidad no motorizada», destacó.  Así hizo hincapié en las zonas para el uso de bicicletas que distintas metrópolis de la región están planificando para reducir la cantidad de personas en el transporte público de pasajeros.

Eléctricos y económicos

Respecto a las cuestiones económicas, Bianchi asegura que la movilidad eléctrica es hoy competitiva frente al diésel u otras fuentes fósiles.

«Vemos que hay elementos importantes de costo beneficio para cambiar a la movilidad eléctrica», remarcó.

De todas maneras, su utilización masiva entiende que «sólo se podrá enfrentar con regulaciones muy fuertes», camino que de a poco están iniciando países de la región.

Sobre la salida de la crisis, Bianchi apuntó: «Tenemos que direccionar para que el crecimiento sea sostenible».

Bianchi se pronunció sobre estos temas en un webinar que organizó Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) «COVID 19 y Movilidad Eléctrica, ¿qué nos depara el futuro?», del que también participaron Sergio Martinez, Subsecretario de Política de Movilidad de Bogotá, Colombia; Juan Carlos Gonzalez, Jefe de Gabinete, Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, Chile; Margarita Parra, International Programme Director, Clean Energy Works; y Miguel Elizalde, Presidente Ejecutivo, ANPACT, Mexico.

La sesión fue moderada por Gustau Mañez, Coordinador de Cambio Climático para América Latina y el Caribe, PNUMA.

 

 

 

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