Con la Ley de Cambio Climático en total son 149 las ciudades españolas que deben implementar las Zonas de Bajas Emisiones y aún son sólo unas pocas las que iniciaron tratativas para delimitarlas. Entre las que más han actuado se encuentran las grandes Barcelona y Madrid, que instalaron limitaciones permanentes.

Estas dos son los municipios más importantes que deben actuar de inmediato, seguidos de otros que no deben perder el tiempo. Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas Gran Canaria y Bilbao son las que les siguen en números de habitantes.

La normativa exige que para el 2023 los municipios con más de 50.000 habitantes cuenten con ZBE para poder descarbonizar tanto al país como aportar al cumplimiento del mismo con el Acuerdo de París.

El artículo 14 de la ley también apunta a determinadas áreas para que se generen, como son los territorios insulares y poblaciones de más de 20.000 habitantes que superen ciertos límites de emisiones.

De las diez ciudades principales, todas tienen planes de establecer estas Zonas de Bajas Emisiones, a pesar de que algunas de ellas están más avanzadas que otras.

Madrid y Barcelona tienen la obligación de establecer zonas permanentes, donde los niveles de contaminación son tan altos que no alcanza con frenar el pase de vehículos sólo unos años.

En el caso de la primera, el ayuntamiento creó el llamado “Madrid 360” para ordenar el tráfico en la zona llamada Madrid Central, donde hay un plan de prohibición de vehículos sin determinadas etiquetas desde el 2021 al 2025.

El mismo establece que a partir del 1 de enero del 2022, los vehículos de etiqueta ambiental más contaminantes no podrán transitar las vías urbanas del interior de la M-30, mientras en el 2023 no podrán movilizarse ni siquiera en ella.

En el 2024 no podrán circular por ninguna de las vías públicas y urbanas del municipio de Madrid, y finalmente desde el 2025 no podrán hacerlo vehículos sin etiqueta ambiental ni de residencia, ni aquellos que lleguen desde otros sitios en todo el territorio de la capital.

Además del distrito Centro, la Plaza Elíptica ya forma parte de las Zonas de Bajas Emisiones de la ciudad y desde el 1 de enero del siguiente año funcionará Madrid Zona de Bajas Emisiones.

Por su parte, Barcelona presenta dos claras ZBE, una trazada en la ciudad de Barcelona y otra en las Rondas de Barcelona, un área de 95 km2 donde se restringe la circulación de los vehículos más contaminantes.

Sin embargo, esta regulación no rige todos los días de la semana, sino que es de lunes a viernes desde las 7 hasta las 20 para los medios de transporte sin etiquetas.

Sitios como Valencia y Sevilla establecieron zonas temporales ya que la contaminación proviene de los picos generados no sólo por el tráfico sino también por la climatología. En ambos casos, el ayuntamiento declarará el protocolo como finalizado.

En el caso de Sevilla, se puso en marcha el Plan Respira, que busca “impulsar la movilidad sostenible, reducir emisiones contaminantes, garantizar la accesibilidad universal y favorecer un modelo de ciudad más habitable y saludable”, según explican desde el municipio.

El Casco Antiguo y la zona histórica de Triana forman parte de las dos áreas de Especial Restricción al Tráfico que conforman la iniciativa.

En cuanto a Zaragoza, en los últimos días los miembros de Zaragoza en Común (ZeC) presentaron la propuesta, que se votará en los días siguientes, de una Zona de Bajas Emisiones para toda la capital aragonesa, a pesar de que en un principio se había hablado de involucrar sólo al casco histórico centro.

“En un contexto de emergencia climática, las ciudades deben jugar un papel activo en la lucha contra el cambio climático en el ámbito de sus competencias, siendo la movilidad una de las más importantes”, ha defendido Pedro Santisteve, portavoz de la entidad.

El ayuntamiento de Málaga prevé un área de 4,5 kilómetros cuadrados de Zona de Bajas Emisiones que pase por grandes ejes de la ciudad. Los fondos europeos serán de gran ayuda para que todo esté listo para el 2023 si comienzan las obras en marzo.

Por su parte, en Murcia existen ciertas restricciones para los vehículos en el área urbana, sin embargo se esperan medidas más fuertes.

Palma está implementando el plan “Palma Camina” que involucra diferentes iniciativas para crear zonas de bajas emisiones. El objetivo es imitar a las principales ciudades europeas y particularmente españolas. 

“Queremos que sea un proceso compartido con la ciudad y con las entidades. Consiste en medidas muy concretas que transformen espacios con un objetivo claro: que la ciudadanía ocupe la ciudad y que el espacio público sea compartido y no de uso exclusivo del vehículo”, expresó el alcalde José Hila.

En Las Palmas de Gran Canaria existen tres pequeñas áreas donde el tráfico está reducido, como son Mesa y López, Vegueta y Triana. Se espera que en el 2022 se sume el barrio de Alcaravaneras.

La Isla de Zorrotzaurra en Bilbao será la primera zona de bajas emisiones del municipio donde sólo se permitirá la circulación de vehículos que no emitan contaminantes al aire. Sin embargo, el plan más ambicioso aguarda su puesta en marcha para el 2023.