El lunes 24 de mayo, Guillermo Lasso asumió la presidencia de Ecuador y designó oficialmente a los miembros de su gabinete, entre los que se encuentran Roberto Salas, ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, y Marcelo Cabrera, ministro de Transporte y Obras Públicas. 

Así como en el resto de los sectores, hay una gran expectativa por la flamante administración en el ambiente energético y de movilidad. Cabe recordar que tras la gestión anterior, liderada por Lenín Moreno, quedaron varios procesos normativos inconclusos, algunos por decisión propia y otros por falta de tiempo. 

En ese sentido, se espera que el Gobierno del nuevo mandatario promulgue el reglamento de la Ley de Eficiencia Energética, con la cual también tiene un ambicioso desafío por cumplir: que a partir del 2025 todo nuevo vehículo que se incorpore al servicio de transporte urbano sea eléctrico. 

A su vez, debe pronunciarse en los primeros días de junio respecto a las reformas de la Ley de Tránsito y a la Ley Orgánica de Economía Circular, aprobadas en el último mes por la Asamblea Nacional. 

Varios miembros de la industria ven con optimismo este cambio de aire político, como Esteban Albornoz, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Movilidad Eléctrica y Sostenible (Asecmovel). 

“Entiendo que en el plan de Gobierno se habla sobre energías renovables y el impulso de una transición hacia la movilidad eléctrica”, señala Albornoz.

Luego, agrega: “Además, veo que el nuevo ministro de Energía está comprometido con el desarrollo sostenible y, entonces, entendemos que dará todo el respaldo necesario a las iniciativas que venimos haciendo los ciudadanos a través de Asecmovel”.  

De hecho, Lasso en una entrevista con Frente Al Ambiente había indicado que le planteó “a los transportistas el cambio de motores diésel”, mientras que en su plan de Gobierno asegura que reducirá “los impuestos y aranceles a los vehículos eléctricos, híbridos y bicicletas para fomentar el uso de los mismos y contribuir aún más a la reducción de las emisiones de CO2”. 

Para el dirigente de la asociación, lo que resta ahora en las carteras de Transporte y Energía es “pisar el acelerador con el fin de que esta transición vaya acorde con lo que pasa en el mundo, con la ventaja de que Ecuador tiene las condiciones para una transición rápida”. 

Para esto, según Albornoz, será menester un cambio de dirección respecto a la gestión anterior, de la cual se queda con una imagen negativa.  

“No se hizo absolutamente nada para incentivar la electromovilidad, teniendo en cuenta que tenemos renovables y excedentes de energía eléctrica. Sí se hicieron cosas muy puntuales, algo de estudios, pero en cuanto a decisiones el Ejecutivo nos dejó muchas deudas”, advierte.

Y continúa: “El ministro último no entendía lo que representa para el desarrollo del país y el cuidado del medio ambiente apostar por energías renovables y electromovilidad”. 

De hecho, René Ortiz Durán, ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables de Ecuador descartó el año pasado la reglamentación de la Ley Orgánica de Eficiencia Energética argumentando que el sistema eléctrico estaba “sobrerregulado”. 

“Tenemos energía eléctrica suficiente que encima viene de renovables. Es una obligación para cualquier Gobierno apostar para que la energía eléctrica conquiste al sector de los transportes”, afirma Albornoz.

Y cierra: “Desde Asecmovel esperamos que se elija el camino correcto hacia una transición rápida hacia la electromovilidad y la eficiencia energética”.