En el marco del debate del debate en torno a las “visiones de la movilidad eléctrica en América Latina y Caribe”, de la Conferencia global de Transporte de las Naciones Unidas en Beijing, el subdirector del Ministerio de Transporte de Cuba, Ciro Osvaldo Reyes, expusó los objetivos de cara al pase a la electromovilidad.

Según el funcionario, Cuba se encuentra realizando diversos esfuerzos para enfrentar el cambio climático y la emisión de gases contaminantes.

De esta manera, planteó que uno de los principales objetivos que se han impuesto es alcanzar previo al 2030 que el 45% del total del parque de vehículos del sector estatal del país sean eléctricos.

En este sentido detalló que se buscará introducir más de 56.000 vehículos eléctricos, de los cuales “unos 36.000 serán por medio de la importación mientras que los otros 17.000 llegarán a obtenerse gracias a la electrificación de coches nacional”.

La Segunda Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre el Transporte Sostenible se celebrará del 14 al 16 de octubre de 2021 en Beijing, China.

Durante todas estas jornadas se estarán desplegando los esfuerzos diplomáticos previos a la cumbre del clima que se celebrará durante las dos primeras semanas de noviembre en Glasgow, Escocia. 

A lo largo de su exposición en el panel, Ciro Osvaldo Reyes aseguró que desarrollar la infraestructura de carga es otro de los pilares de la gestión cubana de cara al pase a la electromovilidad.

Frente a esto, se han puesto cómo objetivo llegar a instalar 38.000 puntos de recarga a lo largo y a lo ancho del territorio, divididos en carga lenta o semi rápida, 16.000 puntos de carga rápida.

Otros 2.000 de carga lenta y rápida estarán ubicados en lugares públicos y 180 estaciones rápidas con una potencia mayo a los 50 KV serán ubicados para abastecer diferentes servicios públicos.

Compromisos para hacer frente al pase a la electromovilidad

Desde el Ministerio de Transporte de Cuba reconocen que estas metas no llegarán solas, sino que pondrán sobre la mesa una serie de desafíos tales cómo la necesidad de ampliar la industria nacional abocada a la producción y ensamblaje de vehículos eléctricos.

Otra de las cuestiones que el gobierno cubano tiene en cuenta es que deberá buscar asistencia financiera externa.

Según Ciro Osvaldo Reyes esto “es un punto importante para hacer frente a los proyectos de implementación de la movilidad eléctrica que desde el Ministerio nos hemos planteado”.

Cabe recordar que el transporte es uno de los puntos fundamentales para la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

El Acuerdo de París pretende limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, pero la puerta para hacer algo al respecto se está cerrando, por lo cual los diferentes países están desplegando amplias gestiones para paliar esta realidad.

Ante esto, Cuba se ha comprometido antes los países miembros de la ONU a desarrollar legislaciones que promuevan el uso de energías renovables y la completa implementación de vehículos eléctricos, cómo también el rediseño del sistema de energía nacional con un enfoque hacía la electrificación de la movilidad.