De acuerdo con un reciente estudio, el precio medio de los coches eléctricos vendidos en España en 2021 fue de 41.571 euros. Una cifra sensiblemente inferior a los 47.267 euros de 2020.

Una muestra de que el incremento de ventas de este tipo de coches trae consigo una rebaja del precio, la gran esperanza de cara a un futuro no muy lejano (antes de 2028) en el que el precio de los coches eléctricos debería cruzarse con los de combustible, pero uno en sentido descendente y el otro en sentido ascendente.

La cara negativa de la noticia llega cuando cruzamos el salario medio en España en la actualidad con el precio medio de los automóviles eléctricos que se matriculan a diario en nuestro país.

Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) el salario medio es de 21.682 euros para las mujeres y de 26.934 euros para los hombres. Lo que arroja un salario medio independiente del sexo de 24.395 euros.

Más de dos años a pico y pala

Si a esto le restamos las retenciones practicadas a todos los trabajadores en España, estableciendo una cantidad media en función de la situación personal, la resultante es que el salario medio líquido que llega a nuestros bolsillos es de 19.500 euros al año.

Pues bien, de acuerdo con estos datos un español debe trabajar casi dos años y dos meses para hacer frente al pago del coche. Dos años y dos meses trabajando de la mañana a la noche con el único objetivo de pagar el precio tarifa del coche.

Eso siempre que dispongas del dinero en efectivo en el banco. Pues si entra en terreno de financiaciones u operaciones tipo multiopción, donde aparecen los temidos tipos de interés, que en el caso del automóvil rondan un TAE superior al 9 %, nos encontramos que el precio final del coche se incrementa en unos 10.000 euros, lo que significa que nuestro coche eléctrico medio pasa de 41.570 euros a casi 52.000 euros.

O sea que el español medio con un sueldo medio líquido de 19.500 euros al año debe trabajar 2,6 añospara hacer frente a la temida letra del coche.

Peor aun financiado

A todo esto debemos sumarle los impuestos por la compra y utilización de cualquier coche, aunque en este caso es cierto que al tratarse de un coche eléctricono pagaremos Impuesto de Matriculación y podremos aparcar gratis en casi todas las ciudades, un ahorro sin duda.

Incluso puede que si existen fondos en nuestra comunidad autónoma podamos acceder al Plan Moves III. Un ahorro que se compensa rápidamente con el seguro, que en este caso no incluye bonificación alguna por ser un coche eléctrico, pues de hecho son ligeramente más altos que los seguros de los coches tradicionales.

Un panorama delicado el de la transición energética, cuando la compra de un coche eléctrico se convierte más en un capricho al alcance de muy pocos, que en una realidad, según el medio El Debate.