Entró en vigencia la Ley de Incentivos de Movilidad Eléctrica de Guatemla, normativa que exime de los impuestos sobre el Valor Agregado (IVA) y sobre la Renta (ISR) la importación este tipo de autos y sus partes, además de la instalación de electrolineras para recargar las baterías.

Marco Livio Díaz, Superintendente de Administración Tributaria (SAT), calcula que, en principio, el fisco dejará de percibir unos Q87 millones.

Esto, a raíz que están exentos del 100% de IVA de importación y primera venta, además del impuesto específico de primera matrícula durante los primeros 5 años para los vehículos eléctricos, impulsados por hidrógenos y las motocicletas eléctricas.

A partir del año 5 y hasta el 10, la eliminación de impuestos va en disminución desde el 80 hasta 10%.

Jean Pierre Deveux, director de Asociación de Importadores y Distribuidores de Vehículos Automotores (AIDVA), reconoció: «Creo que va ser un buen incentivo para comprar un vehículo eléctrico, porque la compra de estos todavía sobrepasa nuestra capacidad de adquisición, porque aún son costosos; por ejemplo, las referencia es que un carro normal nos cuesta Q180 mil y para eléctricos Q300 mil; pero con las exoneraciones de entrada tenemos un 24% menos de su valor, por exoneración del 12% de IVA de importación y primera venta, así como el impuesto de circulación e IPrima».

La ley se planteó con dos objetivos: contribuir a mitigar los efectos del cambio climático y fortalecer la demanda de energías limpias. En este punto el empresario considera que los 10 años de incentivos serán insuficientes: «Para poder desplazar 2.5 millones de vehículos, creo que los 10 años se van a quedar cortos: no hay la conciencia, no hay los recursos económicos a pesar de las exoneraciones; tenemos que estudiar esas variables para hacer una proyección ajustada».

Una de las desventajas de estos automóviles es el costo, señala el empresario, pero también identifica aspectos positivos: «Una de las ventajas es que no tendrá desperfectos por decenas de piezas, sino que ya solo es una batería y 3 baterías que puede traer el carro y tiene tiempo de vida mucho mayor: si con un carro de combustión llegamos a los 150 mil kilómetros, con estos tiene mucho más. Hay que hacer un cálculo que el costo del inicio compensa el precio a 10 años».

En las prohibiciones la ley establece que no se pueden importar vehículos eléctricos que excedan los 5 años de antigüedad, tampoco baterías u otras piezas. Así explica el medio ConCriterio.

Alejandro Barrera, presidente de la Gremial de Vehículos Nuevos y Usados de Guatemala: «Lo vemos con buenos ojos, pero en realidad a nosotros nos perjudica porque nuestra rama son los vehículos de gasolina. Y vemos que solo se benefician los carros y repuestos nuevos. En otros países con más adquisición económica si hemos visto este tipo de ventas, también los hay en subasta y nosotros no podríamos traer para que aquellas personas de menor capacidad económica puedan acceder a un carro de este tipo».