La normativa general de la Unión Europea avala la conversión de automóviles de combustión a eléctricos en talleres certificados.

Países como Francia y Reino Unido hoy explotan este tipo de iniciativas, pero en España se ven diversas trabas que imposibilitan a los usuarios a realizar el recambio. 

Actualmente la homologación para coches eléctricos transformados en talleres de retrofit están regulados, en parte por el Real Decreto 866/2010. Este se encarga de la tramitación de reformas realizadas a los vehículos después de su matriculación, y del Manual de Reformas.

Uno de los primeros problemas que se presenta tiene que ver con la aplicación de estas normas, ya que para algunas características de modelos antiguos pueden ser algo inexactas. 

Asimismo, para la circulación se solicitan tres documentos: proyecto técnico, certificado de conformidad de servicio técnico de reformas autorizado y certificado del taller que ha realizado la reforma.

La dificultad para acceder a los mismos es uno de los primeros puntos que alejan a los interesados del retrofit. Todo esto se debe a que hoy por hoy la normativa es muy ambigua y no hay nada específico. 

Finalmente, cabe destacar que los procesos de conversión no son realmente costosos, pero sí lo son los trámites burocráticos requeridos, ya que cada componente nuevo incluido en el vehículo ha de pasar una nueva homologación.

Conversiones en España

Actualmente la AECONVE (Asociación Española para la Conversión de Vehículos Eléctricos) es una de las principales encargadas de los procesos de retrofit del país a la par de empresas como Elektrun Cars.

Pese a esto, la realidad es que los usuarios deberán enfrentarse a elevados costes asociados a la homologación de una única unidad.

Renault  y su proyecto de segunda vida de vehiculos

Renault ha iniciado el despliegue de uno de sus proyectos más innovadores, el de Economía Circular en la factoría de Sevilla y busca llevarlo a las convocatorias del PERTE del vehículo eléctrico y conectado. 

Esta iniciativa se basa en reacondicionar vehículos usados a partir de finales de 2022 en las fábricas de Sevilla, mejorando así la calidad y sostenibilidad de sus productos, al mismo tiempo que reduce sus emisiones de carbono.

El fabricante galo comunicó que se irán abriendo de forma paulatina las diferentes áreas de trabajo, que serán parte de una instalación que ocupará una superficie de 5.000 metros cuadrados .

Específicamente, Renault prevé que la división comenzará a operar con una capacidad para reacondicionar más de 10,000 vehículos y reparar hasta 1,000 baterías por año para 2025.

El proyecto denominado ReFactory, permitirá dar una segunda vida a los vehículos usados por medio de:

• Retrofit: reunirá todas las actividades necesarias para el reacondicionamiento de vehículos usados de particulares y flotas. Esta actividad comenzará en el último cuatrimestre de 2022.

• Re-energy: trabajarán reparando baterías de coches eléctricos en uso, desarrollando aplicaciones en la segunda vida de los módulos que ya no sean operativos para el vehículo y la gestión del final de su vida útil.

• Recycle-: buscará una gestión eficiente de los recursos y del flujo de suministro de piezas y materiales, colaborando con el objetivo de Renault Group de aumentar la cuota de materiales reciclados o reutilizados.
• Re-start: promoverá e identificará nuevas actividades que permitan continuar innovando en materia de economía circular y formación de nuevas competencias.