Un informe elaborado por Foundation Ecology and Development (ECODES) llamado Clean Cities recopila buenas prácticas en el movimiento urbano sostenible.

En esta divulgación donde también colaboró el Área de Políticas Públicas y Gobernanza Climática, se menciona a las ciudades españolas que más han progresado en materia de sostenibilidad en el transporte urbano.

Una de las ciudades marcadas es Barcelona. Uno de sus objetivos es incrementar los puntos de recarga para vehículos eléctricos de los cuales 60 de ellos, serán rápidos. 

Por lo cual se pretende favorecer el impulso a la movilidad eléctrica con puntos gestionados municipalmente con la perspectiva de ser eliminados cuando se haya conseguido un despliegue de vinculados.

Además, en Barcelona se ha apostado por la electrificación de las flotas de autobuses, con un incremento de la red de carriles en 67 kilómetros.

Otro de los aspectos mencionados tiene que ver con el incremento en un 40% de la red de infraestructura ciclista + BICIEMPRESA; la convocatoria de subvenciones para ceder temporalmente bicicletas eléctricas a empresas.

En el mismo sentido, se encuentra Bilbao que trabaja en el fomento de los planes de movilidad al trabajo. Los mencionadas buscan desincentivar la utilización del vehículo privado, favoreciendo otros medios menos contaminantes. Incluye una renovación de flotas a combustión por vehículos eléctricos.

Además la ciudad está en gestiones por un centro logístico de última milla en la periferia para acceder al interior en vehículo eléctrico. Hubo proyectos pilotos realizados en 2020 y 2021. El municipio prevé ayudas para la compra de coches.

En la ciudad de Madrid se trabaja en la ampliación de Bicimad. Durante el año 2020 se consolidó el sistema público de bicicletas eléctricas con la ampliación de 50 estaciones y se busca que ese número se incremente.

Desde el municipio se elaboró el Plan Cambia 360. Incluye líneas de subvenciones y ayudas para “contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera, mejorar la eficiencia energética y promueven la movilidad de bajas emisiones”. 

La idea que contiene el plan es generar ayudas para puntos de recarga, renovación de la flota del sector del taxi, para patinetes, bicis, para la renovación del vehículo particular, y para distribución urbana de mercancías.

Málaga va en la línea de adquirir autobuses eléctricos para la flota de transporte público. La Empresas Malagueña de Transportes (EMT), que es de gestión municipal, adquirirá al menos diez autobuses 100% eléctricos al año para que toda la flota municipal sea 100% eléctrica para 2035.

La otra pata que se viene trabajando es en el despliegue de estaciones de recarga para vehículos eléctricos e instalación de pérgolas fotovoltaicas en las cocheras municipales.

La renovación de las cocheras contempla la instalación de placas solares con una producción de más de 4.000 MWh/año.

En Palma, se trabaja en un sentido parecido al de Málaga. El municipio pretende tener 26 puntos más 238 plazas de aparcamiento para vehículos eléctricos. 

La distribución se conocerá por medio de una aplicación que muestra un mapa con datos actualizados sobre la disponibilidad de plazas y el tipo de carga. 

En el aspecto del transporte público existe un proyecto en el tranvía de Palma. Buscará implementar un tipo de movilidad colectiva de alta capacidad de cero emisiones y que conecte el área metropolitana promoviendo un cambio modal.

El transporte público también es considerado en Sevilla bajo la “Ampliación de la red de tranvía”. Se trabaja en sumar más kilómetros para unir los lugares más relevantes de la ciudad, mejorar los tiempos de desplazamientos, funcionalidad y generar un cambio modal y una reducción del uso del vehículo privado.

En Valencia se revisa el trazado de la red de autobuses y electrificación de la flota. Los autobuses no atraviesan el centro, pero prestan el servicio a los usuarios gracias a un recorrido periférico. 

Existe una línea (C1) que acerca el transporte público al centro. El resto de líneas se mantienen básicamente fuera de la almendra central. Se busca agilizar este proceso con la adquisición de 20 nuevos vehículos eléctricos.

En Valladolid la apuesta va con las apps de puntos de recarga pública en las que se incluye información de todos los cargadores de vehículo eléctrico. 

La app permite geolocalizar la ubicación del cargador. Además, es posible reservar y pagar desde la misma aplicación.

En Zaragoza la gran apuesta viene del lado de lo público con una renovación de las flotas. En este aspecto, se adaptarán las cocheras para disponer de buses 100% eléctricos en una década.