Con el inicio de un nuevo año ha llegado la subida del impuesto de matriculación a España, cuestión que ha despertado discordia dentro del sector de la automoción. 

Este primero de enero se generó un incremento del 4,75% para el tributo de los vehículos nuevos que emitan entre 121 y 159 gramos de CO2 por kilómetro; entre los 160 y los 199 gramos, el gravamen será del 9,75%. 

Mientras tanto, los coches que superen la barrera de los 200 gramos de CO2 tendrán una tasa impositiva del 14,75%.

Cabe recordar además, que el 2022 llega de la mano de buenas noticias para los eléctricos e híbridos, los cuales ya quedaron completamente exentos de este tipo de medidas tributarias.

Frente a esto se han disparado opiniones a favor y en contra de la tasa que busca fomentar la apuesta a los coches nuevos y que funcionan generando una menor tasa de emisiones de CO2 homologada. 

Por ello, actores del sector han comenzado a defender esta subida y a su vez, demostrar cuál es el verdadero impacto de la misma.

Actualmente la normativa europea contempla cuatro tramos impositivos para el pago de este impuesto de matriculación:

• Los que presenten menos de 120 g/km de CO2 están exentos de pagar el impuesto de matriculación.
• Las emisiones mayores de 120 g/km y menores de 120 g/km de CO2 cuentan con un tipo aplicable del 4,75% del precio de fábrica.
• Las emisiones mayores o iguales a 160 km/h y menores de 200 gr/km CO2, el tipo era del 9,75%.
• Los de emisiones mayores o iguales a 200 gr/km CO2, el tipo era del 14,75%.

De esta manera, del total de estas categorías se traducen, según datos provistos por la Agencia tributaria española e IDEAUTO, en que el impuesto afecta solo un 31% de los modelos a los que actualmente acceden los españoles, mientras que en el 69% de los casos no se ven implicados.

Este porcentaje de vehículos se está viendo afectado por una suba que ronda el 5%, el cual restando que esta tasa no cuenta con iva se debe abonar un 3,9% de incremento del precio del coche. 

Al traducirlo al valor monetario real, se estaría hablando de una suba de hasta 780€, valor mínimo que busca desestimar el uso y compra de esos coches más contaminantes, convirtiéndolos en menos competitivos y generando una reducción en las ventas de estos segmentos.

Actores reconocen el hecho de que este tributo deba ser actualizado pero a la vez destacan que el IM (de 2008) es uno de los impuestos más modernos del sistema fiscal español. El mismo, esta completamente en línea con los tributos al automóvil de la mayoría de la UE y está 100% dirigido a la descarbonización.

Cómo así también, desde su inicio y hasta entonces el IM ha impulsado una importante reducción en la emisión media de los vehículos nuevos vendidos, lo que ha supuesto una menor recaudación para las CC.AA. y un menor pago para los contribuyentes.