El sistema de transporte masivo de Cali atraviesa uno de sus peores momentos, debido a los incumplimientos de pagos con los operadores. 

Según trascendió, el MIO de Cali estaría debiendo 80 mil millones de pesos, lo cual podría generar el cese de la operación de las flotas activas, incluyendo a las eléctricas. 

Cabe recordar que en la ciudad circulan 26 unidades cero emisiones, por parte de Blanco y Negro Masivo, y diez de GIT Masivo.

“A la Alcaldía de Cali no le gusta el sistema actual. En los últimos 12 años, el sistema no ha obtenido los pasajeros que debía y la ciudad está llena de transporte ilegal. A todo eso, se le suman incumplimientos de la misma alcaldía”, afirma Gonzalo Cucalón, subgerente general del GIT Masivo. 

Y agrega: “El alcalde actual decidió que no va a honrar los contratos que hay, sino que se debe virar hacia otra modalidad de transporte”. 

Vale mencionar que los concesionarios cuentan con dos fuentes de ingresos.

Una parte proviene de la recaudación por pasajero, lo cual sí ha sido pagado. Sin embargo, este monto sólo representa del 40% al 45 % de los ingresos totales de las empresas. 

El resto ingresa gracias al subsidio a la demanda (Fresde), el cual llega directamente desde la Alcaldía y, a través de Metrocali, arriba a los concesionarios. Este, desde junio, no se ha entregado. 

En consecuencia, las compañías se encuentran “al borde del colapso”, considerando que las irregularidades comenzaron desde la pandemia de coronavirus. 

“Nosotros como concesionarios pensamos que sí hay que hacer algo de fondo, pero no porque el sistema ‘no me gusta o no funcionó’, sino porque tenemos un problema gigantesco para resolver. El sistema está bien estructurado y pensado”, señala Cucalón.

Luego, añade: “Hubo implementaciones que se hicieron al revés. Las interpretaciones que se le dieron al contrato por parte de la alcaldía también generaron problemas en los operadores porque tres de los cuatro están en ley de quiebra. La situación en general es muy complicada”. 

Vale destacar que GIT Masivo cuenta con 214 buses operando, en más de 70 rutas. En la actualidad, transportan alrededor de 260 mil pasajeros, aunque “el número real” debería rondar los 340 mil. 

“Nuestra flota tiene vida útil, podría durar unos tres años más. El problema es que no hay caja. Entonces, a fin de mes ya no habría para pagar combustible. Esa es la situación más urgente que debemos resolver y aún así, ni Metrocali ni la alcaldía nos precisan cuándo va a entrar el dinero”, comenta Cucalón. 

A su vez, cuenta con nueve buses y uno articulado eléctricos.

“Si vamos a parar la gran mayoría de las flotas, tendríamos que ver si dejaremos activa la flota eléctrica que tenemos. Ahí sería una decisión administrativa, no tanto por falta de recursos. A diferencia del combustible, la energía eléctrica la deberíamos pagar igual en las instalaciones”, advierte el subgerente. 

La solución… ¿más buses eléctricos?

Si bien el alcalde alega falta de fondos para realizar los pagos correspondientes, las autoridades se encuentran diseñando otro plan, el cual incluye buses eléctricos. 

Aparentemente, se busca crear un sistema de transporte integrado inteligente y comprar 500 buses eléctricos. 

“Este no sería tan integrado porque habría dos entes gestores: Metrocali como gestor del sistema MIO, y otro que sería el encargado de regular el transporte colectivo intermunicipal, el cual se va a legalizar, manejado por la Secretaría de Movilidad”, advierte Gonzalo Cucalón. 

Y cierra: “Posiblemente nos vamos a encontrar con que la Secretaría tenga más facilidades porque Metrocali no tiene presupuesto ni autoridad en la ciudad. Entonces, se pueden llegar a dar más facilidades a un sistema que al otro”.