A fines de 2021 Costa Rica anunció que trabajaría en la Ley para la Promoción de una Economía de Hidrógeno Verde, la cual tiene el foco puesto en beneficios e incentivos para la investigación, producción, distribución y uso final como es la movilidad sustentable. Si bien se esperaban avances significativos para este año, la normativa fue postergada y se debatiría en febrero de 2023.

Sin embargo, para no quedar atrás, dado su compromiso con el desarrollo sostenible y la vasta disponibilidad de recursos renovables, el país lanzó la Estrategia Nacional para el hidrógeno verde la cual presenta metas en transporte.

En este sentido, para el 2030 deberá haber entre 100 y 250 vehículos ligeros y entre 500 y 900 vehículos pesados de pila de combustible. Además, el país deberá contar con cerca de 20 hidrogeneras de acceso público. También pone foco en el transporte público, aéreo y marítimo.

Lo cierto es que una de sus objetivos consiste en contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel nacional a través de la activación de la demanda de este elemento y sus derivados en el sector y la industria.

Para alcanzarlo se plantean distintas líneas de acción como aumentar el consumo nacional de H2, incentivar a la producción y almacenamiento, poner foco en el transporte y la distribución, y fomentar el financiamiento y la inversión extranjera.

No obstante, para descarbonizar el sector de cara al 2030 y 2050 se requiere una demanda determinada que figura a continuación:

Con respecto al lanzamiento, Marcelino Madrigal, jefe de la división de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publica en sus redes sociales: “Como país líder en la región con una matriz eléctrica prácticamente 100% renovable, se puede avanzar en la descarbonización de la industria y el transporte con el uso de hidrógeno verde. Costa Rica tomó pasos importantes con apoyo del BID en su producción”.

Y agrega: “Durante la creación de la estrategia se identificó que al 2030 este elemento podría representar inversiones potenciales en 1.900 millones de dólares y la creación de hasta 18.000 empleos con una reducción de hasta 400.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente anuales. El reto ahora es avanzar en lo construido para desarrollar el marco legal y regulatorio que habilite estas inversiones”.

Finalmente, vale mencionar que las iniciativas en favor del aprovechamiento del H2 en el transporte no son nuevas en el país.

Por ejemplo, en 2018 se presentó el Plan de acción interinstitucional para propiciar el uso del hidrógeno en el sector transporte. Posteriormente, en 2020, se dio a conocer el informe Evaluación del ciclo de vida de los vehículos electros (hidrógeno y baterías).

A continuación, una presentación  de la Estrategia Nacional para el hidrógeno verde: